La ONU condena la violencia en Birmania
29 de agosto de 2017El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, condenó este lunes (28.08.2017) el nuevo estallido de violencia en Birmania, que desde el viernes ha dejado un centenar de muertos. Guterres urgió al Gobierno de ese país asiático a implementar las recomendaciones del diplomático Kofi Annan para frenar la violencia.
"El secretario general está profundamente preocupado por los informes sobre muertes de civiles durante las operaciones de seguridad en el estado de Rakhine en Birmania", dijo en un comunicado el portavoz de Guterres, Stephane Dujarric.
Guterres reiteró "la importancia de dirigirse a la raíz de la violencia y la responsabilidad del Gobierno de Birmania de proveer seguridad y asistencia a quienes lo necesiten", señaló Dujarric.
La escalada de violencia ocurrió a represalia de ataques contra fuerzas de seguridad que perpetraron los rebeldes rohinyás en el conflictivo estado de Rakhine el pasado viernes.
Más de un millón de rohinyás viven en Rakhine, donde la comunidad ha sufrido bajo una creciente discriminación desde el brote de violencia sectaria de 2012, donde murieron 160 personas y unas 120.000 quedaron desplazadas.
Las autoridades birmanas no reconocen la ciudadanía de los rohinyás, los consideran inmigrantes ilegales bengalíes y les imponen múltiples restricciones.
La líder de facto del Gobierno de Birmania, Aung San Suu Kyi, acusó a las organizaciones extranjeras de connivencia con los rebeldes de la minoría rohinyá, a los que denominó de "terroristas extremistas bengalíes".
Por su parte, los rebeldes acusaron al Ejército birmano de cometer crímenes de guerra contra civiles rohinyás y defendieron la legitimidad de sus ataques contra las fuerzas del Estado.
Un día antes del estallido de violencia, una comisión liderada por el exsecretario general de la ONU Kofi Annan presentó un informe con 88 recomendaciones para poner fin a la violencia sectaria en Rakhine y promover el desarrollo de la región.
Guterres expresó su apoyo total a las recomendaciones del informe de Annan y urgió al Gobierno birmano "a implementarlas efectivamente".
Los Rohinyás huyen
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) estima que "más de 3.000" rohinyás podrían haber entrado al vecino país de Bangladesh desde que comenzó el brote de violencia el pasado viernes.
El Gobierno de Dacca se ha resistido a aceptar los nuevos refugiados y ha desplegado fuerzas de seguridad en la frontera, sobre todo a orillas del río Naf, entre Bangladesh y Birmania.
Las autoridades de Bangladesh ya han expulsado a al menos 511 rohinyás, 221 en las últimas 24 horas
"Debido al flujo natural de gente en movimiento, las cifras están cambiando. Muchos de los recién llegados son mujeres y niños, incluidos algunos que no vienen acompañados", informó Joseph Surjamoni Tripura, portavoz del organismo de la ONU en Bangladesh.
Por el momento, ACNUR se ha encargado de recibir a los recién llegados a Bangladesh con sus "propios recursos". En coordinación con el Programa Mundial de Alimentos (PMA), han entregado raciones de comida a los nuevos refugiados, además de información sobre otros servicios disponibles, "incluida asistencia médica", detalló el portavoz.
JCG (EFE, Reuters)