“La OTAN no abandonará a Afganistán”
6 de noviembre de 2012Como muchos países de América Latina, también Estados Unidos refuerza cada vez más sus vínculos con las naciones al otro lado del océano Pacífico. ¿Es esta orientación hacia el continente asiático un factor que debilita a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)? Christian F. Trippe, director del estudio de Deutsche Welle en Bruselas, habló con el secretario general de la alianza atlántica, Anders Fogh Rasmussen, sobre este tópico y sobre el inminente final de la misión en Afganistán.
Deutsche Welle: Estados Unidos concentra su atención cada vez más en la región del Pacífico. ¿Cree usted que esto debilite sus relaciones con los aliados de la OTAN?
Anders Fogh Rasmussen: Al contrario, yo creo que a Europa también le interesa que Estados Unidos se enfoque en Asia y el Pacífico; sobre todo ahora, con el ascenso de economías como la china. Desde luego, es importante que los intereses estadounidenses en esa región no prosperen en detrimento de los vínculos transatlánticos tradicionales. A nosotros nos consta que Estados Unidos está comprometido con la seguridad de Europa. Ese país hace aportes muy grandes al sistema de defensa antimisiles de la OTAN, por ejemplo.
En la segunda mitad de 2014, pocos meses después de que usted deje de ser secretario general de la OTAN, los últimos soldados de esta organización saldrán de Afganistán. ¿Está usted convencido de que su misión personal y la misión de la OTAN serán cumplidas de aquí a ese momento?
Sí, yo confío en que las fuerzas afganas estarán en capacidad de hacerse cargo por completo de la seguridad nacional de aquí a finales de 2014, tal como lo hemos planeado.
Unos cincuenta soldados de la OTAN han sido asesinados en lo que va de año por militares o policías afganos y el número de ataques perpetrados desde adentro sigue creciendo. Eso hace dudar que la OTAN pueda retirarse de Afganistán en el momento pautado…
Está claro que estos ataques perpetrados desde adentro son motivo de preocupación; ellos socavan la confianza entre las tropas extranjeras y las fuerzas de seguridad afganas. Pero estas tácticas no prosperarán: hemos tomado medidas para prevenir nuevos ataques desde adentro; medidas que optimizan los procedimientos de reclutamiento y refuerzan los mecanismos de contrainteligencia. Y no dudaremos en implementar otras estrategias de ser necesario.
Muchas organizaciones no gubernamentales describen a Afganistán como un país condenado a sufrir una guerra civil y anticipan el colapso del gobierno central de Kabul. De cara a los escenarios más dramáticos, ¿qué puede hacer y qué hará la OTAN después de 2014?
Para empezar, yo no comparto estas perspectivas derrotistas. Estoy consciente de que queda mucho por hacer y de que hay retos por enfrentar; pero, por sobre todas las cosas, también hemos visto señales de progreso. En materia de seguridad, de crecimiento económico, de educación, de salud y de expectativas de vida. Nosotros no vamos a abandonar a Afganistán. La OTAN completará su actual misión de combate en 2014, pero se quedará para impulsar la misión de entrenamiento después de esa fecha. Seguiremos asistiendo a las fuerzas de seguridad afganas para asegurarnos de que puedan hacerse cargo por completo de la seguridad nacional.
Autor: Christian F. Trippe (ERC)
Editor: José Ospina-Valencia