La pobreza abruma a Alemania: del proletariado al "precariado"

El debate político de la "Gran Coalición" no pudo evitar incluir un nuevo término en el vocabulario de la sociedad alemana. La "clase baja", como se menciona a la clase más pobre de Alemania en el informe presentado por la socialdemócrata Fundación Friedrich Ebert, levantó ampollas en el Gobierno federal que se afana en buscar causas y soluciones para este problema.

Sin dinero ni expectativas

Según el estudio, cerca del ocho por ciento de la población pertenecen a esta nueva clase social. Se trata generalmente de personas sin trabajo o en estado precario, con deudas, sin recursos financieros y sobre todo, sin perspectivas de mejora de cara al futuro.

En extremo alarmante es la situación en el Este de Alemania donde el 20% vive bajo mínimos y sin poder levantar cabeza. 16 años después de la caída del muro, esta sociedad se ve sumida en el desamparo económico y sufre del éxodo de la población joven hacia zonas económicamente más estables

No sólo el futuro de los cabezas de familia está amenazado sino también el de sus hijos. En algunas poblaciones de la ex RDA ya existen desempleados de segunda generación. En Magdeburgo por ejemplo, casi 40.000 de los 266.000 habitantes reciben ayudas sociales.

Preocupante es ante todo la falta de expectativas para las familias sumidas en esta situación. El otrora ejemplar sistema educativo con becas de ayuda al estudio y universidades gratuitas se desmorona poco a poco. Además, la jornada escolar entra en conflicto con la vida laboral ya que las escuelas son de media jornada, dificultando tanto el trabajo de los padres, como la educación de los hijos.

Desilusión con la democracia

Para mayor preocupación de los políticos, la democracia ha perdido valor en estos "Gettos" añorando en cierta manera la idea del socialismo. Aparte de ser el grupo que, por desilusión, menos participa en las elecciones, los que votan se deciden por los partidos más a la izquierda o incluso por la ultraderecha.

Como soluciones, la canciller sin embargo llamó a la responsabilidad social de todos los ciudadanos. Según Angela Merkel, el Gobierno intenta conseguir con su política familiar que se impulse a los niños a tiempo para que tengan las mismas oportunidades profesionales.

Mientras tanto, otros desvían el debate. Unos aprovechan para acusar al Gobierno del ex canciller Schröder y sus antipopulares medidas de reforma del Estado social. Y otros se dedican a discutir sobre el término como Franz Müntefering, ministro del Trabajo, que rechazó hablar de "clase baja" alegando que en "Alemania no existen clases".

Por cortar queda aún mucha tela con el hecho de que hay otra "clase baja" mayor a la que componen los antiguos habitantes de la "Dictadura del Proletariado": los extranjeros. El 24% de los inmigrantes en Alemania viven con menos de la media mínima de al mes. La gran mayoría de los extranjeros en Alemania son turcos y su nivel educativo muy bajo, lo que se refleja también en sus perspectivas de surgimiento. ¿Habrá una salida al círculo vicioso?