La prensa en alemán: Dora Téllez no teme a los dictadores
18 de junio de 2021Dora María Téllez nunca le ha temido a los dictadores, ni a Somoza ni a Ortega
Süddeutsche Zeitung, de Múnich: "Era la madrugada cuando una unidad de ataque de la policía de Nicaragua irrumpió en la casa de Dora María Téllez el pasado13 de junio. Sorprende la demostración de poder contra Téllez, que en su día fue una guerrillera a prueba de balas, pero que hace mucho tiempo cambió la pistola por un ordenador. Esta mujer de 65 años es una respetada historiadora y política en su Nicaragua natal.
Su detención es, sin embargo, una derrota para el régimen de Daniel Ortega, ya que muestra los medios con los que el régimen nicaragüense intenta consolidar su poder, pero también lo grande que es su miedo a perderlo. Después de una buena década y media en el cargo, el presidente Daniel Ortega podría ser sacado del cargo, en teoría. Pero el ex revolucionario se aferra al poder con todas sus fuerzas. El antiguo libertador de Nicaragua del yugo del clan Somoza mutó él mismo en un ser autoritario.
La prensa está controlada, los manifestantes son abatidos, los críticos son perseguidos. Solo en las dos últimas semanas han sido detenidas más de una docena de figuras de la oposición, entre ellas prometedores candidatos a las elecciones de noviembre, pero también viejos compañeros de armas como Dora María Téllez, quien se hizo mundialmente famosa a finales de los setenta con el alias de la ‘Comandante Dos'. Junto con un grupo de jóvenes guerrilleros, ocupó el Palacio Nacional de Nicaragua y tomó como rehenes a los parlamentarios, entre ellos, varios familiares del dictador Anastasio Somoza Debayle. El socialista Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN, al que también se había unido Dora María Téllez a principios de los años 70, luchó contra ellos.
Téllez llegó a ser diputada y ministra de Sanidad bajo el presidente Daniel Ortega, de quien cada vez más le molestaba su autoritarismo. En 1995, junto con otros viejos luchadores, fundó un partido alternativo sandinista, que desde hace tiempo está prohibido y muchos de cuyos miembros han sido detenidos. La detención de Téllez se basa en una nueva y controvertida ley que castiga con largas penas de prisión la "injerencia extranjera en los asuntos internos”.
Incluso Gabriel García Márquez inmortalizó en un reportaje a Dora Téllez como "bella e inteligente". Téllez es ahora una señora en edad de jubilación. Pero a pesar de su pelo cano, todavía tiene la energía suficiente para infundirle miedo a dictadores y autócratas”.
¿Cambio de rumbo en Perú?
Neue Zürcher Zeitung, de Zúrich, Suiza: "Tras diez días de escrutinio y recuento se da como ganador a Pedro Castillo, aunque los resultados oficiales aún no se emiten. Para los conservadores de Perú, Pedro Castillo es un trapo rojo, un populista de izquierdas con ambiciones autoritarias, como en su día lo fue Hugo Chávez en Venezuela. Otros peruanos esperan que se modere y se convierta en un pragmático en el cargo, como algunos de sus predecesores de izquierda, como Ollanta Humala.
Los peruanos ya han demostrado que pueden elegir a alguien que no pertenece al centro del poder. Pero nunca antes habían elegido a un presidente del que sabían tan poco. El profesor nunca ha ocupado un cargo político, aparte de su labor como dirigente sindical. Ahora tomará posesión de su cargo el 27 de julio.
No se puede decir que los peruanos hayan votado con entusiasmo por el outsider. En la primera ronda de votaciones, solo el 19% de los votantes se decantó por él. Es la primera vez que un candidato del interior del país gana una elección presidencial. Su ascenso político se asemeja al de Evo Morales en Bolivia, que también era sindicalista e indígena.
Castillo, de 51 años, procede de Cajamarca, una región andina pobre del norte de Perú, que limita con Ecuador. Allí creció en una granja con siete hermanos. Sus padres eran analfabetos. Castillo trabajó durante más de 25 años como maestro rural de primaria.
Durante la campaña electoral, Castillo criticó a las empresas extranjeras por arrebatar la riqueza a los peruanos. Se ha distanciado de las demandas originales de expropiación de las empresas mineras extranjeras. Pero Castillo quiere negociar nuevos contratos y mayores impuestos.
En Cajamarca, empresas como la estadounidense Newmont Corporation y el grupo peruano Buenaventura explotan desde hace casi dos décadas una de las mayores minas de oro del mundo, Yanacocha. Aquí se han producido repetidas protestas por problemas medioambientales. Hace casi diez años, se produjeron condiciones similares a las de una guerra civil, con intervención militar y muertes entre los manifestantes.
Durante la campaña electoral y también en las escasas declaraciones posteriores, Castillo no dejó de repetir que quería convocar una asamblea para cambiar la Constitución. Entre la población, una nueva Constitución no se considera una prioridad. Castillo puede contar con la mayor resistencia en el parlamento: su opositora derrotada Keiko Fujimori tiene gran influencia allí y ya tiene experiencia en expulsar presidentes. En Perú se han turnado cuatro presidentes en los últimos tres años.
Por otra parte, la población se siente profundamente desamparada por el Estado en la pandemia, lo que también llevó a muchos a votar por el outsider Castillo”.
Brasil con "fiebre” de fútbol
Süddeutsche Zeitung: "Brasil le ha regalado mucho al fútbol, grandes partidos y jugadores. Pero esta vez, la ‘fiebre del fútbol' adquiera un nuevo y trágico significado. Brasil acoge actualmente la Copa América, pero solo 5 días después del saque inicial se habían producido más de 50 contagios con COVID-19. Aún así, el balón sigue rodando y las críticas aumentan. 'Gracias Conmebol ¿Qué vas a hacer cuando alguien muera? Lo único que te importa es el dinero', criticó el jugador boliviano Marcelo Moreno tras dar positivo de coronavirus.
De hecho, la Copa América es una especie de desastre anunciado: en ninguna otra región del planeta mueren más personas a causa del mal. Las campañas de vacunación van muy lentas o están paralizadas, y el invierno en el sur se avecina.
Para Jair Bolsonaro, la Copa es una forma de reparar su deteriorada imagen. Cada vez son más los brasileños que culpan al jefe de Estado de la miserable gestión de la pandemia. La economía se hunde, la pobreza, el hambre y el descontento aumentan. Hay grandes manifestaciones, y fuera de los estadios la gente exige ‘vacunas en lugar de Copa'. Ni siquiera los recursos legales, interpuestos por los partidos políticos y los sindicatos, han podido detener el torneo. Y hasta los jugadores se suman, aunque bajo protesta”.
(er)