La prensa opina: "La codicia, denominador común"
5 de abril de 2016"Proteger la libertad de mercado"
Süddeutsche Zeitung, Múnich: “Hay que cerrar todos y cada uno de los paraísos fiscales. Para eso se deben endurecer drásticamente las normas para las tan mentadas sociedades opacas en el extranjero. Dichas empresas son una laguna fiscal, un escondrijo. Y claro que son atractivas para los negocios que rehúyen a la luz. Cuando desaparece la transparencia, crece la criminalidad. En años pasados se pudo comprobar cuánta energía delictiva fluyó en la destrucción de la economía de mercado. En vista de los muchos miles de millones de dólares que se transfieren bajo circunstancias dudosas, se tendría que poder limitar las libertades económicas. Así como se debe proteger la libertad ante el terrorismo, del mismo modo, la economía de mercado merece que se la proteja de sus enemigos.”
"Crecerá la presión a los Gobiernos"
Volksstimme, de Magdeburgo: “En tiempos de la digitalización a los delatores les resulta fácil pasar datos sobre cuentas y negocios sucios a investigadores y periodistas. Dado que aún no hay un derecho impositivo que rija a nivel global ni suficientes controles financieros ni persecución penal más allá de las fronteras nacionales, no todo evasor irá a parar a la cárcel. Pero todos aquellos que figuran en los Papeles de Panamá deben contar con enormes daños a su reputación. Asimismo, crecerá fuertemente la presión a los Gobiernos nacionales para que intensifiquen su cooperación.”
"Puede que algunos políticos no sigan en sus cargos"
Nordbayerische Kurier, de Bayreuth: “Los políticos de las verdaderas democracias deben temer por su poder si sus nombres aparecen en los Papeles de Panamá. Puede que no sigan en sus cargos si se revela que pusieron su dinero en un lugar seguro, mientras sus votantes tienen que tener miedo de perder sus trabajos o de no contar con una jubilación.”
"Los lavadores de dinero ya no están seguros"
Die Presse, de Viena: “Muchos bancos se justifican aduciendo que cumplieron con todas las normas legales, y detrás de un contrato con una empresa offshore en las Islas Vírgenes no tiene por qué haber una trampa. Todo eso puede ser legal, dicen algunos. Claro. Por supuesto. Y también en algún lugar de la Sabana seguramente hay un león vegetariano. En general, cualquier banquero con una educación promedio sabe que los leones son depredadores. Y que, salvo extraños fenómenos de la naturaleza, todos los clientes que dependen de transacciones financieras poco serias no están del todo limpios. Mientras no se tomen medidas globales contra la evasión impositiva siempre habrá un estudio jurídico o un banco que actúe bajo el lema: “Si no lo hacemos nosotros, alguien más lo hará”. Como en todos los problemas globales, este tampoco se podrá solucionar sin ayuda de EE. UU. En lo que respecta a teléfonos móviles o correos electrónicos, los investigadores estadounidenses están siempre al tanto. Pero, ¿qué pasa con las empresas ficticias? Es conocido que dichas compañías no solo están al servicio de evasores fiscales comunes y silvestres, sino que también están a disposición de grupos terroristas y de traficantes de armamento. El problema es que EE. UU. mismo es un inmenso paraíso fiscal. Los investigadores deberían empezar en Nevada o en Wyoming, donde actúan todos los lavadores de dinero que ya no están seguros en Europa y, muy pronto, tampoco podrán estarlo en Panamá.”
"El control financiero Finma debe dejar de mirar hacia otro lado"
Tages Anzeiger, de Zúrich: “Los Papeles de Panamá demuestran que bajo el sello de la confidencialidad no solo se llevan a cabo negocios legales o se ahorran impuestos, sino que también se realizan transacciones de grandes fortunas de origen dudoso. Los movimientos de dinero en el entorno del segundo hombre más poderoso del mundo, Vladimir Putin, da mucho que pensar. ¿Cómo es posible que un violoncelista ruso de pronto controle una fortuna multimillonaria y se beneficie de las guerras de Putin? (…) El secreto bancario cayó; los grandes bancos han aprendido mucho en los últimos años. Suiza cuenta ahora con una de las leyes más estrictas contra el lavado de dinero. Sin embargo, los financistas intermediarios, los estudios jurídicos de renombre del distrito financiero de Zúrich y los bancos extranjeros con filiales en Suiza parecen no haber comprendido aún que los tiempos han cambiado. El organismo de control financiero (Finma) se ha quedado evidentemente dormido. Sería hora de que se tome su trabajo en serio y levante su voz en lugar de mirar hacia otro lado.”
"Un denominador común: la codicia"
Neue Presse, de Berlín: "Aun cuando los propietarios de firmas con ventajas fiscales lo quieran ver de otro modo, a todos ellos los une un denominador común: la codicia. La avidez de dinero, la voracidad por obtener todavía más dinero y la avaricia de no querer dar nada al fisco, es decir, al Estado, para que construya escuelas, jardines de infantes, guarderías, o para que aumente el sueldo a los policías. Los caracteriza una actitud antisocial como modelo de negocios: eso es lo que revelan los Papeles de Panamá. Puede que las empresas offshore no siempre sean ilegales, pero para personas sin moral reprensentan un capital móvil. De ese modo, sus posesiones no los obligan a devolver una parte a la sociedad en que viven. Desde Suiza hasta Australia, en los bancos estatales de Panamá, frente al edificio del Parlamento de Reikiávik y también en el Palacio del Elíseo francés, la situación está que arde. El presidente de Francia, François Hollande, promete severas investigaciones. ¿Por qué recién ahora?"