La primera Biblia latinoamericana
El helenista, filólogo y crítico literario Wilhelm Jünemann tradujo en solitario la Biblia griega en 1928. Su obra es la primera traducción al español registrada en toda América.
Guillermo Jünemann
Wilhelm Jünemann Beckschäfer nació un 28 de mayo de 1855 en Welver, Alemania. A los 8 años emigró en barco con sus padres y tres hermanos desde Hamburgo hacia el extremo sur de Chile. “Cruzamos en vía recta por el Atlántico, por el Cabo de Hornos y el Pacífico (…). El mareo postró por horas e incluso hasta los más fuertes y alegres”, contó el sacerdote.
Helenista y crítico literario
Siendo aún un niño, Wilhelm Jünemann demostró interés por las lenguas clásicas. A los 16 años recibió un premio de la Universidad de Chile por su avanzado dominio del latín. En la foto, una traducción del griego al castellano de la epopeya de Homero “La Ilíada”.
Una tarea titánica
En 1880, después de ordenarse como sacerdote, Jünemann trabajó prolíficamente en la traducción de textos al español. Una de sus obras más influyentes es la Biblia griega o Septuaginta, una versión del siglo III a.C., y que tradujo en solitario al español.
Obra “autoeditada”
El religioso chileno-alemán logró publicar la Biblia en 1928 en la ciudad de Concepción, centro sur de Chile. “Es más bien una autoedición, porque no tuvo apoyo de una editorial”, dice a DW el teólogo Pablo Uribe. La Biblia Jünemann se reeditó en 1992, después de encontrar los manuscritos faltantes, aunque sin apoyo comercial y con muy pocos ejemplares.
Una colección preciada
En el Seminario Metropolitano de Concepción, en la ciudad de Chiguayante, centro sur de Chile, disponen de una colección de 75 libros del sacerdote Wilhelm Jünemann. Se destacan la Biblia griega, algunas biografías de religiosos, novelas clásicas traducidas al español y una autobiografía.
Pocos ejemplares
La obra de Jünemann es desconocida, incluso en círculos de católicos. Actualmente quedan muy pocos ejemplares de sus libros, especialmente la Biblia que tradujo al español. “Es probable que queden algunos de segunda mano en algunas tiendas de anticuariado del mundo, o en manos de particulares”, asegura a DW Pablo Uribe.
Memorias
“No hay entusiasmo sin amor”, confesó el religioso católico en su autobiografía “Mi Camino”, acerca de su metódico trabajo como filólogo, crítico literario y profesor de lengua y literatura. En sus memorias también narra la llegada en barco a Chile, además de la impresión que tuvo del país y algunos recuerdos de su infancia.
Últimos años
Después de servir como párroco en Concepción, Wilhelm Jünemann se mudó a la ciudad de Tomé, en la costa del Biobío, y donde se desempeñó como el primer capellán de la Iglesia de Cristo Rey (en la foto). Jünemann murió el 21 de octubre de 1938 en Tomé.