Los 40 millones de Javier Martínez

Ya desde mucho antes de iniciar la Eurocopa se habían filtrado los rumores de que el club de Múnich pretendía los servicios del seleccionado español que jugaba para el Athletic Bilbao. Martínez guardó silencio durante el torneo, y el Bayern, entretanto, trabajaba en la oferta definitiva que haría por el jugador.

Una cosa quedó muy clara desde el principio: los alemanes pagarían por el jugador la suma correspondiente a su valor del mercado. El presidente del Bayern, Uli Hoeness, declaró que el costo real por la ficha de Martínez era “entre 20 y 25 millones de Euros”, y expresó que una posible contratación suya se movería por esas cifras. Hoeness enfatizó que los de Múnich “no participaría en la locura” de pagar 40 millones por un futbolista.

Obligados a elevar la oferta

En el Bayern contaban con que las excelentes relaciones entre el ex entrenador del Athletic, y actual entrenador del Bayern, Jupp Heynckes, con su ex jugador y hoy presidente del club español, Josu Urrutia, reduciría los costos de la transacción.

Pero en Bilbao se aferraron a la cláusula contractual de los 40 millones. Urrutia reiteró una y otra vez que si Martínez quería irse, pues él mismo debería comprar su libertad ante la liga española depositando esa cantidad. Athletic se mantuvo firme en su decisión de no vender al jugador, lo cual implicaba inmediatamente el encarecimiento de la transacción.

En agosto, al Bayern le salió un competidor de peso por Martínez. El Barcelona se interesó también por el jugador, y aunque los catalanes también sostuvieron que 40 millones serían demasiado dinero, a los de Múnich no les quedó otra salida que aumentar su oferta para remarcar la seriedad de su interés.

De los 25 millones que el Bayern pretendía pagar inicialmente, sí el Athletic hubiese accedido a una venta “normal”, se pasó a una oferta de 33 millones más la carga de impuestos (aproximadamente 6 millones). Redondeando, 40 millones.

Complicaciones sin pausa

En la segunda semana de agosto el diario Bild reveló el acuerdo logrado entre el Bayern y los apoderados de Javier Martínez. Los alemanes pagarían 40 millones por él, pero en sus cuentas el precio sería de apenas 30 millones, ya que en las negociaciones el jugador accedió a reducir sus pretensiones salariales anuales en dos millones, que multiplicados por los cinco años de su contrato representaban un ahorro de 10 millones de euro.

Martínez y el Bayern ya tenían todo arreglado, y la testarudez del Athletic parecía ya no jugar ningún papel. Aparentemente. Ambas partes pasaron por alto que los 40 millones que el jugador debía depositar ante la liga española para obtener su libertad deportiva generarían una carga tributaria del 15 por ciento.

Es decir, los 40 millones que el Bayern ya había puesto sobre la mesa eran insuficientes para permitir la llegada de Martínez a Múnich. La cifra se elevaba a 46 millones, y el optimismo, como reconoció el propio Hoeness, ya no era el mismo.

Contra la voluntad del Athletic

El repentino encarecimiento de Martínez, que cada vez parecía costar más, llevó al Bayern a buscar nuevamente un acuerdo con el Athletic Bilbao, que no se movió de su posición inicial. Fuentes del club español consultadas por Deutsche Welle reiteraron que las cosas no cambiarían.

“Athletic no tiene nada que hablar con el Bayern porque no existe la intención de vender al jugador, nuestro socio contractual es Javier Martínez, y si él quiere marcharse pues conoce muy bien cuáles son las condiciones: abona 40 millones de euros y se puede ir a dónde desee. Lo del aspecto tributario ya es cosa ajena al club”, fue la información que recibió Deutsche Welle.

Esa posición no detuvo al Bayern, que en la noche del martes al miércoles trajo a Martínez a que cumpliera el examen médico a espaldas del Athletic Bilbao, que no había autorizado este desplazamiento nocturno. Pero ya eso no importaba, 12 horas más tarde los de Múnich oficializaban la contratación y el jueves le presentaban como su jugador. La cifra de su fichaje: 40 millones para el registro; en realidad muy seguramente más, pero sobre cómo se solucionó el problema con los impuestos no se suministra información.

Autor: Daniel Martínez

Editor: Enrique López