La salida del armario de Hitzlsperger
9 de enero de 2014Hitzlsperger dio a conocer su homosexualidad luego del fin de su carrera como futbolista profesional. Su decisión es importante, pero calificarla de “hito en la historia del deporte” está fuera de lugar y puede distraer la atención de la verdadera esencia del problema.
Tres ejemplos: en 2008, el entrenador alemán de fútbol Christoph Daum casi pone a los homosexuales en la cercanía de pedófilos. En 2011, luego de un filme de TV sobre futbolistas homosexuales, Oliver Bierhoff, manager de la selección alemana de fútbol, calificó la frase ficticia de uno de los protagonistas de “ataque a la familia de la selección”. Sepp Blatter, presidente de la FIFA, dijo en relación con el Mundial 2022 en Catar, donde las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo son penadas con cárcel, que los homosexuales deberían “abstenerse de toda actividad sexual”.
Ningún partido ha sido suspendido por homofobia
Daum, Bierhoff y Blatter envolvieron resentimientos con palabras aparentemente inofensivas. Si se hubieran manifestado en forma similar en relación con personas de color y origen judío, la indignación en la sociedad hubiera sido gigantesca. Ya numerosos partidos de fútbol han sido suspendidos por racismo, pero ninguno por homofobia. ¿Cambiará algo la salida del armario de Hitzlsperger?
En un estudio de largo plazo de la Universidad de Bielefeld, un cuarto de los encuestados aprobaron la siguiente afirmación: “Es repugnante que homosexuales se besen en público”. Es muy probable que posiciones homofóbicas se transformen en los estadios más rápidamente en un comportamiento homofóbico: muchos fans utilizan términos denigrantes referidos a la homosexualidad para, en el anonimato de la masa, vituperar al adversario.
La homosexualidad, “simplemente ignorada”
La Fundación Magnus Hirschfeld, con sede en Berlín, que lleva el nombre de un investigador alemán sobre la sexualidad y uno de los primeros activistas contra la homofobia, se propone romper clichés entre los futbolistas jóvenes.
También la Federación Alemana de Fútbol (DFB) publicó hace algunos meses un folleto sobre el tema. Sus ideas pueden ser ahora transportadas a la opinión pública también por Thomas Hitzlsperger, como embajador de una nueva mentalidad, quien dice que la homosexualidad es “simplemente ignorada” en el fútbol. Agregó que no conoce personalmente a ningún futbolista que la haya tematizado. En efecto, en los clubes y las academias de fútbol, poco se habla del tema.
La mayoría de las campañas contra la homofobia han surgido hasta ahora en las bases, a menudo contra la oposición de los funcionarios. El primer club deportivo gay-lesbiano fue el SC Janus, de Colonia, creado en 1980 por jugadores de vóleibol. Hoy existen en Alemania más de cincuenta clubes deportivos de ese tipo. En el fútbol, veinte clubs de fans gay-lesbianos exigen respeto y la aceptación de la homosexualidad como algo normal. Ahora quieren salir de las sombras mediáticas con la ayuda de Hitzlsperger. La DFB y la Federación Olímpica Alemana (DOSB) prometieron apoyo a Hitzlsperger.
Aún en 1995, la DFB amenazó a las integrantes de la selección nacional femenina con excluir del equipo a aquellas que participaran en el Campeonato Europeo Gay-Lesbiano de Fútbol. ¿Ha cambiado algo en el ínterin? Dentro de un mes comienzan los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi. En Rusia, la homosexualidad es un delito. La senda hacia la aceptación de la homosexualidad será larga.
Ronny Blaschke, nacido en 1981 en Rostock, estudios Ciencias del Deporte y Politología. Ha recibido numerosos premios periodísticos. En 2009 fue elegido Periodista Deportivo del Año.