La UE reafirma su postura ante Irán
12 de febrero de 2007Tres fueron los grandes temas abordados en la reunión de los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, realizada este 12 de febrero en Bruselas, y los tres tienen una considerable carga explosiva, que los europeos quisieran a toda costa desactivar: Irán y su programa nuclear; las relaciones con el gobierno palestino y el problema de Kosovo y Serbia. En cada uno de los casos, la UE ha optado por mantenerse firme en la postura sostenida hasta el momento, si bien los aires que soplan en Bruselas parecen encerrar también una leve brisa de optimismo
¿Más negociaciones con Irán?
Acostumbrados ya a la estrategia iraní de la dilación, que incluye de tanto en tanto muestras de disposición a dialogar, los jefes diplomáticos de la Unión Europea dejaron antes que nada en claro que pondrán en práctica las sanciones cordadas por el Consejo de Seguridad de la ONU el 23 de diciembre pasado. Entre las medidas que entrarán en vigor si Teherán no suspende hasta el 21 de febrero el enriquecimiento de uranio figuran, por ejemplo, la prohibición de exportar tecnología nuclear a Irán y la congelación de los fondos de personas ligadas al programa nuclear iraní, a las que además les estará vedado viajar al extranjero. La amenaza sigue pues en pie, pero también la doble estrategia de mantener la puerta abierta al diálogo. Y, por lo visto, Teherán tiene intenciones de aprovechar esa posibilidad. Así lo ve el ministro de RR.EE. de Alemania, Frank Walter quien aseguró que "no tenemos interés en una escalada (...) primero habrá que ver si las señales de Teherán van en serio y qué propuestas se ponen sobre la mesa", señaló.
Las declaraciones emitidas este mismo día en la capital iraní sonarían alentadoras, si no se hubieran producido ya tantas decepciones previas con respecto a su programa nuclear. "Irán considera que todas las opciones, incluyendo la de la suspensión, pueden ser tematizadas y evaluadas en el marco de negociaciones", señaló el portavoz del Ministerio de Relaciones exteriores iraní. Según agregó, Irán también toma en cuenta una propuesta de Suiza, en virtud de la cual se podría permitir la continuación del enriquecimiento de uranio sólo con fines de investigación, aunque sin introducir hexafluoruro de uranio en las centrífugas ya existentes en el país. En suma, opciones que discutir no faltarían.
Nuevas perspectivas palestinas
En cuanto a las relaciones de la Unión Europea con el gobierno palestino, al que se le congeló la ayuda financiera directa desde el triunfo de Hamás, hace un año, los signos de esperanza son algo más concretos. En acuerdo entre los dirigentes radicales de Hamás y los del moderado movimiento Fatah para formar un gobierno de unidad podría abrir las puertas a la reanudación de la asistencia económica europea y así lo esperan también todos en Bruselas. Para ello, sin embargo, se mantiene la exigencia la renuncia a la violencia y el reconocimiento del derecho a la existencia del Estado de Israel. Éste podría tener incluso un carácter implícito, si el nuevo gobierno palestino reconociera el cuerdo de paz de Oslo, como lo indicó el ministro de Relaciones exteriores francés, Philippe Douste Blazy. Y esa es una posibilidad imaginable.
Exhortación a Serbia y Kosovo
Más escepticismo se percibió en lo tocante a un acuerdo sobre el futuro estatus de Kosovo. Los ministros de la UE respaldaron explícitamente las propuestas del enviado especial de la ONU, Martti Ahtisaari, que contemplan una amplia autonomía para esa provincia, en una clara señal dirigida a Serbia y Rusia, opuestas a dicha solución. Steinmeier apeló una vez más a las partes a buscar constructivamente un acuerdo, aunque reconoció no tener muchas esperanzas de que se logre. Sea como fuere, no hay que dar las cosas por perdidas de antemano. Y, por si de algo sirviera, la UE también volvió a tender la mano a Serbia, con la perspectiva de reanudar las negociaciones sobre un acuerdo de estabilización y asociación, siempre que Belgrado coopere con el Tribunal de Crímenes de Guerra para la antigua Yugoslavia. Una antigua demanda que tampoco ha sido desechada.