UE eliminará progresivamente importaciones de energía rusa
9 de marzo de 2022Mientras EE. UU. prohíbe la importación de petróleo ruso, la Unión Europea (UE) hace planes a mediano plazo. Así lo afirmó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen: "Debemos liberarnos de la dependencia del gas, el petróleo y el carbón de Rusia". Sin embargo, estas medidas no tienen un efecto inmediato ni pueden aplicarse a corto plazo. Hace tiempo que Bruselas prepara un nuevo plan energético, pero ahora la guerra de Ucrania ha acelerado la discusión.
El bloque europeo anunció que busca independizarse de los combustibles fósiles rusos "mucho antes de 2030" y que desarrollará conjuntamente fuentes de energía seguras, pagables y sostenibles. A su vez, debe resolver cómo reaccionar ante el aumento de precios de la energía y cómo reponer las reservas de gas para el próximo invierno.
Ahora, este tema debe abordarse mucho más rápido, y ese es el mayor problema, ya que las sanciones energéticas inmediatas contra Rusia son el último recurso. Las economías europeas dependen demasiado del combustible ruso. Por ejemplo, el primer ministro búlgaro, Kiril Petkov, advirtió que su país obtiene toda su energía de Rusia y no puede simplemente abandonarla.
De hecho, el canciller alemán, Olaf Scholz, dijo que ni siquiera el Estado más rico de la UE puede hacerlo. La energía ha sido excluida "deliberadamente" de las sanciones de la UE a Rusia, dijo, tras conversar con el Presidente de EE. UU., Joe Biden.
¿Cuál es el plan?
El vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, habla con optimismo. Para finales de año propone sustituir dos tercios de las importaciones de gas natural ruso. "Será muy difícil, pero es posible", aseguró. La UE propone un conjunto de medidas para ello:
Más energías limpias: La agricultura debe producir más biogás, las importaciones de gas natural licuado (GNL) deben aumentar drásticamente y se van a construir nuevas plantas para la producción de hidrógeno. Además, la UE debe "acelerar la revolución de la energía limpia", dice Timmermans. Esto significa, por ejemplo, que los permisos para las plantas de energía eólica deben concederse con mayor rapidez, y que las celdas solares y las bombas de calor deben ser instaladas sin trámites burocráticos.
Mejor conectividad de las redes: Los planes incluyen mejorar las conexiones entre los países miembros de la UE y la sincronización de las redes eléctricas. Hasta ahora, las propuestas sobre conductos a gas han fracasado debido a los diferentes sistemas de tuberías y a complejos problemas técnicos.
Seguridad de los suministros: El plan de emergencia de la UE debe garantizar la seguridad del suministro energético. Los países que no tienen sus propias reservas de gas, por ejemplo, deben ser abastecidos por plantas centrales. Las nuevas normas de la UE proponen garantizar un equilibrio justo de los recursos y los precios, así como la posibilidad de una compra centralizada.
Absorber el aumento de los precios: Al mismo tiempo, la UE quiere que los consumidores sean protegidos del gran aumento de los precios, tanto para ciudadanos que necesitan protección como para las pequeñas empresas.
Preparación para el invierno: Todos los expertos coinciden en que la UE logrará superar el verano con sus reservas energéticas. El problema se producirá el próximo invierno, en el que el consumo energético volverá a aumentar drásticamente. La UE propone una norma según la cual las instalaciones de almacenamiento de gas en Europa tendrían que llenarse al 90% de su capacidad en verano. Las instalaciones de almacenamiento de gas serán declaradas "infraestructuras críticas".
Quedan muchos problemas técnicos y políticos
Los expertos consideran que hay riesgo extremo para los mercados, por ejemplo, al llenar las instalaciones de almacenamiento de gas en verano. "700 terawatts de gas para la UE costarían actualmente 70.000 millones de euros, frente a los 12.000 millones del año pasado", calculó el instituto de investigación Bruegel, en Bélgica. Y sin el gas ruso, eso no será posible. La situación en los países miembros es muy diferente, porque el suministro de energía está en manos de cada nación.
A principios del invierno pasado, los planes de compra conjunta de energía se esfumaron rápidamente porque los países miembros tienen diferentes socios contractuales, con acuerdos de suministro a largo plazo. Es probable que una mayor coordinación en este ámbito sea extremadamente difícil. La UE en su conjunto obtiene el 60% de su energía de Rusia, lo que la hace peligrosamente dependiente de estas importaciones. (ju/cp)