Las últimas grullas de Camboya
16 de febrero de 2016Objetivo del proyecto: asegurar el sustento de los 60 millones de habitantes de la cuenca baja del río Mekong, ayudar a estas comunidades en su adaptación al cambio climático, así como conservar y ampliar las áreas protegidas para la recuperación de la grulla sarus, que está en peligro de extinción.
Área del Proyecto: el proyecto se llevará a cabo en Camboya, Laos, Tailandia y Vietnam. Nuestro reportaje nos adentra en la cuenca del Mekong, en Camboya, cerca de la frontera con Vietnam.
Biodiversidad: el Mekong es uno de los ríos con mayor biodiversidad del mundo, sirviendo como hábitat para la anidación, alimentación y cría de numerosas especies de aves. Entre ellas la grulla sarus, la más grande del planeta y clasificada como vulnerable en la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). A día de hoy, solo quedan 1.000 ejemplares de esta especie habitando la cuenca del río Mekong.
Implementación: la gestión de aguas transfronterizas es llevada a cabo por la Agencia Alemana de Cooperación Técnica (GIZ, por sus siglas en alemán) y la organización internacional de ayuda humanitaria CARE (del inglés, Cooperative for Assistance and Relief Everywhere) con la Comisión del río Mekong (MRC, por sus siglas en inglés). El objetivo es ayudar a las comunidades locales en su adaptación a la agricultura ecológica y en el acceso al agua potable. Asimismo, con el apoyo de las ONG WWT (del inglés, Wildfowl & Wetlands Trust) y CEDAC (del inglés, Community Economic Development Assitance Corporation), se pretende sensibilizar a la población sobre la vulnerable situación de esta especie, así como proteger sus áreas de conservación. El proyecto será financiado por la Iniciativa Internacional para la Protección del Clima (ICI, por sus siglas en inglés), el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ, por sus siglas en alemán) y el Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza, Obras Públicas y Seguridad Nuclear (BMUB, por sus siglas en alemán).
La supervivencia de la grulla sarus depende del estado de los humedales y pantanos, y precisamente eso se ha convertido en un problema. El aumento de las sequías debido al cambio climático, la disminución de las poblaciones de peces y el uso de pesticidas en los campos de arroz circundantes están poniendo en peligro su existencia, ya vulnerable. A comienzos de año, en enero, la grulla saru se reúne en masa a lo largo de la frontera entre Camboya y Vietnam, en un humedal situado en la cuenca baja del río Mekong. Actualmente, sin embargo, solo quedan alrededor de 1.000 ejemplares. Para evitar la extinción de la especie, el Gobierno ha declarado algunas zonas de la región como áreas protegidas. De este modo, se pretende prohibir el uso de esas áreas para fines agrícolas. No obstante, eso no es suficiente. La Iniciativa Internacional para la Protección del Clima (ICI, en sus siglas en inglés) está formando a la población local para protegerse de la, cada vez más habitual, precipitación extrema, emplear menos pesticidas y regar los campos de manera más eficiente. Estas medidas se traducen en mejores cosechas y los agricultores no tienen que ampliar sus campos de arroz a las áreas protegidas. Además, los campesinos también reciben asistencia para la comercialización de sus productos. La población rural pronto adquirió conciencia de que es posible alcanzar rendimientos más altos, al mismo tiempo que se conservan y protegen los recursos naturales, situación que también beneficia a la grulla sarus.
Un videoreportaje de Christian Jaburg