Las aguas europeas se calientan y pierden vida
21 de julio de 2009"Aunque nuestro estudio no descarta otros factores, nos otorga pruebas de que la temperatura juega un papel fundamental en los cambios de tamaño de las comunidades de peces", dice Martin Daufresne. El francés trabaja para el Instituto de Ciencias Agrónomas y Ecológicas de Lyon y, junto a su colega alemán Ulrich Sommer, del Instituto Leibniz para las Ciencias Oceanográficas de Kiel, se ha dedicado a observar la vida bajo las aguas europeas, tanto dulces como saldas. La conclusión a la que han llegado los científicos es que éstas pierden inquilinos.
Menos y más pequeños
El acertijo al que se enfrentan Daufresne y Sommer nos se resuelve a la primera. Que las aguas europeas contengan menos peces no se explica recurriendo exclusivamente a la sobreexplotación. La pesca no puede ser la única responsable porque hoy no sólo se cuentan menos atunes y menos arenques, sino también menor cantidad de plancton y de las bacterias que suelen contener.
"Observamos una disminución general que afecta a todos los organismos y a todos los hábitats", lamenta Daufresne. Además de eso, algunos peces han reducido en cuestión de décadas su volumen a la mitad. "El tamaño es una cuestión muy importante porque influye en toda una serie de factores biológicos, entre ellos la fertilidad", indica el científico.
Los peces pequeños depositan menos huevos que los grandes. En consecuencia, tienen menos descendencia. A quienes se alimentan de ellos les falta comida. En consecuencia, sobreviven menos. El efecto dominó que se desata cuando se rompe un eslabón de la cadena natural parece haberse puesto en marcha, y el ser humano no se salvará de sentir su coletazo, aseguran entre Lyon y Kiel.
Las ovejas también menguan
A principios de julio, un grupo de científicos británicos al frente del que se encuentra el biólogo Tim Coulson, del Imperial College de Londres, anunció tras dos años de estudio que el calentamiento global está reduciendo el tamaño de las ovejas escocesas. Los suaves inviernos registrandos en esta región convierten en superflua la selección natural que permitía a las ovejas más grandes sobrevivir porque sus posibilidades de lidiar con éxito contra el frío eran mayores. Además, el calor hace que la capa de grasa que en otros tiempos se almacenaba para pasar los meses más duros ya no tenga que ser tan gorda.
A Daufresne no le queda ninguna duda. Ya sean ovejas escocesas o los peces del Mar del Norte, la subida de las temperaturas que los meteorólogos vienen registrando en el planeta Tierra "afecta considerablemente a todos los organismos".
Autor: Luna Bolívar/ afpd
Editora: Emilia Rojas