Las arañas y Hamburgo: ¿destinos inseparables?
22 de agosto de 2009Las ratas y las palomas son dos de las especies que mayor repulsión despiertan en Hamburgo; muy probablemente debido a las huellas que dejaron en la historia de la ciudad portuaria y a los rastros que siguen dejando a la vista de sus habitantes y turistas: la Peste Negra, causada por una bacteria transportada por las pulgas de las ratas de campo, arrasó con el 60 por ciento de su población en el siglo XIV, y la omnipresencia de las palomas sigue obligando a los hamburgueses a cubrir las fachadas de sus edificios con feas redes y espinas de metal para evitar que ellas se posen en sus cornisas y las ensucien.
Un problema de primera clase
Pero ahora, cuando ciertas áreas industriales de Hamburgo han sido transformadas en llamativas zonas residenciales –como la de la Hafen City– y sus antiguos almacenes a orillas del río Elba han sido convertidos en modernos edificios, otro animal empieza a ganar popularidad como el mayor dolor de cabeza de los arquitectos y, sobre todo, de quienes habitan estos nuevos vecindarios: las Brückenspinne, o arañas de puentes, han hecho sonar la alarma.
“Lo realmente nuevo es la consciencia de que ellas constituyen un problema”, dice la Dra. Jutta Schneider, directora del grupo que conduce estudios etológicos en el Departamento de Biología de la Universidad de Hamburgo. A juicio de la experta, la presencia masiva de las arañas no es un fenómeno reciente. “Antes lo que había en el puerto de Hamburgo eran depósitos de mercancías y construcciones industriales; por eso nadie se daba cuenta de que ellas estaban ahí”, explica.
El puerto es su hábitat
“La visibilidad de estos insectos ha aumentado considerablemente porque ahora se construyen viviendas de gran atractivo cerca del agua. Y como los edificios de la Hafen City tienen un diseño particular, con muchas esquinas, aristas y superficies de vidrio, la presencia de los animales se nota más, por la impresión de suciedad que generan sus excreciones y las grandes cantidades de telas de araña que dejan por todas partes”, agrega Schneider.
La especialista y su equipo han estudiado detenidamente la biología de las arañas de puente durante los últimos tres años. “Este insecto tiene una gran capacidad de adaptación, pero su hábitat se restringe a las construcciones que están cerca del agua. Tierra adentro, a 200 metros de la orilla del Elba, no se le ve por ningún lado”, asegura. Considerando que Hamburgo tiene 2.500 puentes, muchos más que Venecia, Londres y Ámsterdam, no es de extrañar que la ciudad hanseática sea el entorno ideal para esta… ¿plaga?
Ni plaga ni peligro
“Ellas se reproducen estupendamente en el puerto de Hamburgo porque encuentran suficiente espacio para tejer sus telas de araña y de noche se alimentan de los insectos que flotan en el agua, atraídos en masa por la luz de los edificios y las calles. Pero yo nunca describiría a las comunidades de arañas como una plaga; yo las veo como animales muy útiles y no solamente porque se comen a los mosquitos”, aclara la etóloga.
Para Schneider es importante que se distinga entre las sensaciones de asco y peligro que pueden causar estos insectos: “Es cierto que sus excreciones y telas de araña no se dejan limpiar con facilidad, pero las arañas no son nocivas para la salud humana. Son las sustancias químicas empleadas habitualmente para espantarlas o matarlas las que representan un peligro para la salud de las personas; esos venenos no deberían ser usados”, advierte.
Es mejor prevenir que lamentar
“Cuando un edificio ya está terminado y alberga una gran cantidad de arañas, no queda más remedio que matarlas; y aún entonces hay diferentes métodos para hacerlo eficientemente. Pero lo mejor es prever ese problema cuando se está planificando una construcción. En otras palabras: hay que diseñar la arquitectura para que sea lo más inatractiva posible para las arañas”, sostiene Schneider, quien en mayo de 2009 fundó la compañía consultora SpiderSolutions.
La científica se propuso poner sus conocimientos a la disposición de los arquitectos, inversores urbanísticos e inquilinos; SpiderSolutions ofrece lo que las tradicionales empresas fumigadoras no pueden proveer: “Los fumigadores o Kammerjäger, como les decimos en Alemania, eliminan a los insectos con productos químicos, pero no cumplen una función asesora”, dice Schneider.
¿Arquitectura a prueba de arañas?
“Es posible diseñar edificios hermosos que no sean atractivos para estos insectos. No se trata de que la belleza de un edificio se vea comprometida para reducir o evitar el ‘asalto' de las arañas de puente; en realidad, basta con considerar algunos factores para hallar una solución ajustada a cada caso: qué forma y qué función va a tener la construcción, cómo es el diseño de las fachadas, cómo serán la iluminación, los muros y el mobiliario usados en exteriores…”, explica esta pionera.
Jutta Schneider parece haber descubierto un nicho en el mercado de servicios en donde, por ahora, no tiene competidores. “No que yo sepa”, admite. “Aunque, desde luego, los problemas que tenemos en Hamburgo afloran también en otras ciudades portuarias; sobre todo en aquellas que, como Londres, han convertido sus muelles en zonas residenciales de primera clase”.
Autor: Evan Romero-Castillo
Editor. Enrique López Magallón