Las grandes tareas de la gran coalición
17 de diciembre de 2013Las perspectivas económicas de Alemania son actualmente tan positivas como en ningún otro país de Europa. Los ingresos fiscales llenan las arcas. La nueva coalición de Gobierno compuesta por CDU/CSU (conservadores) y SPD (socialdemócratas) puede gastar mucho dinero. Y el acuerdo de coalición se lee como si esa fuera la intención. Pero un par de miles de millones aquí o allá no son una garantía para que el quizás último periodo de gobierno de Angela Merkel vaya a ser brillante.
Sigmar Gabriel: una tarea hercúlea
El mayor desafío del nuevo Gobierno es la transición energética. Fue comenzada en forma muy ambiciosa. Luego de la catástrofe de Fukushima, Alemania decidió abandonar la energía atómica a más tardar hasta el 2020. El plan preveía sustituirla por fuentes renovables: energía eólica, solar e hidráulica. El proyecto, sin embargo, no avanza. Sigmar Gabriel, presidente del SPD, asumirá la cartera de Economía y la responsabilidad sobre la política energética: una gran oportunidad, pero también un riesgo para Gabriel, opina Michael Spreng, asesor político.
“Es una tarea hercúlea, ya que deben hallarse rápidamente soluciones para cuestiones esenciales: ¿cómo hacer para que no aumenten excesivamente los precios de la electricidad y el gas?, ¿qué papel desempeñarán las centrales carboeléctricas en Alemania, con sus dañinas emisiones?, ¿cómo ampliar las redes de transporte de energía para llevarla desde donde se la genera allí donde se la necesita?
Como nueva ministra de Trabajo, Andrea Nahles (SPD) puede llevar a la práctica el más importante proyecto de los socialdemócratas: un sueldo mínimo vinculante en todo el país. Nahles se halla en la confortable situación de poder implementar además otras medidas de bienestar social. En el futuro, una parte de los trabajadores podrá jubilarse ya a los 63 años de edad y madres que trajeron al mundo niños antes de 1992 recibirán una mayor jubilación.
“Son minireformas caras, con riesgos y efectos secundarios”, dice Spreng. Y agrega: “Las nuevas medidas de bienestar social pueden implementarse en tanto la economía siga en auge”. De lo contrario, deben ser financiadas con aumentos de los aportes a la seguridad social o de impuestos… o con un mayor endeudamiento del Estado.
¿Gastar en lugar de ahorrar?
Como titular de la cartera de Hacienda fue confirmado Wolfgang Schäuble (CDU), que en los últimos años hizo méritos como gestor de la crisis financiera europea. Schäuble no la tiene fácil. Recomendar a los países de la eurozona en crisis, tales como Grecia, España y Portugal, una estricta austeridad, mientras que en Alemania el Gobierno planea aumentar el gasto público, es una mala señal, dice Spreng.
“También en las capitales europeas se registra que los alemanes animan a los demás a ahorrar, pero que ellos mismos gastan dinero a manos llenas”, agrega.
Ursula von der Leyen (CDU), hasta ahora ministra de Trabajo, asume la cartera de Defensa. Su tarea más importante será llevar a la práctica el año próximo la salida de los soldados alemanes de Afganistán.
Un tema delilcado es ¿qué sucederá con los afganos que trabajaron para los alemanes, por ejemplo como intérpretes, y ahora son amenazados por los talibanes? Casi todos han solicitado asilo político en Alemania. El Gobierno federal deberá posicionarse claramente al respecto. Si Von der Leyen hace bien su trabajo, podría posicionarse como sucesora de Angela Merkel.
Los competidores de Merkel
Si bien Angela Merkel continúa siendo líder indiscutida de la CDU, surgen nuevos competidores. Sigmar Gabriel, con su fuerte perfil político, y la también fuerte Ursula von der Leyen pueden hacerle la tarea de gobernar más difícil que en la anterior coalición, con el FDP, dice el politólogo Volker Kronenberg, de la Universidad de Bonn.
Quizás uno de los dos pueda también llegar a ser su sucesor. Pero eso solo dentro de cuatro años. Y hasta entonces correrá mucha agua Rin abajo.