Las mil caras de Lewis Hamilton
El actual campeón del mundo de Fórmula 1 aspira todavía a mantener el trono y sigue ampliando su récord de victorias. El británico se desempeña en muchos roles diferentes y no deja a nadie indiferente.
El rompe-récords
Lewis Hamilton lleva 102 victorias en Grandes Premios: ningún otro piloto ha logrado tanto. Con el 92º título en Portugal, en octubre de 2020, superó el anterior récord de Michael Schumacher. Su familia ya le mostró su respeto en la carrera anterior, en Nürburgring. Mick Schumacher le entregó a Hamilton un casco de su padre y recordó sus palabras: "Los récords están ahí para eso, para romperlos".
El piloto de carreras
Lewis Hamilton siempre quiere medirse con los mejores. Durante mucho tiempo, el británico no ha tenido rival. La combinación de su habilidad al volante, su sensibilidad táctico-psicológica y un buen auto lo han hecho casi invencible durante años. Con el séptimo título mundial en 2020, empata el récord de campeonatos mundiales del alemán Michael Schumacher.
El provocador
Hamilton siempre pone a prueba los límites, los de su vehículo y los de sus oponentes. En Bakú, conduce tan lento mientras está el coche de seguridad, que Sebastian Vettel choca contra su parte trasera. El británico reacciona con una provocadora serenidad y se hace el inocente. Los egos en la Fórmula 1 son grandes, pero el de Hamilton es el mayor.
El compañero de equipo
Conducir junto a Hamilton en su mismo equipo no es necesariamente divertido, sobre todo si no adoptas obedientemente el papel de número dos. Hamilton mantiene la exigencia de ser considerado el principal. Al germano finlandés Nico Rosberg, campeón mundial en 2016, se lo ha hecho notar una y otra vez durante años. El germano finlandés no puede sino aguantar estoicamente sus desmanes.
El fan
El gran modelo del piloto de Mercedes es Ayrton Senna. Cuando Hamilton logró la pole número 65 de su carrera en Canadá, en junio de 2017, e igualó a Senna, la familia de este le regaló un casco del brasileño, fallecido en un accidente en Imola en 1994. "Igualarle y recibir este regalo es el mayor honor para mí", dijo entonces un Hamilton visiblemente emocionado.
El hijo de su padre
Cuando Hamilton era un niño, su padre Anthony se sacrificó mucho y siempre tuvo varios trabajos simultáneos para sufragar la carrera como piloto de su hijo. En sus inicios en la Fórmula 1, fue el representante de Lewis hasta que su hijo lo despidió en 2010. Hamilton se sentía limitado y controlado. Les tomó mucho tiempo volver a encontrarse. Hoy vuelven a ser uña y carne y no solo padre e hijo.
El hijo de su madre
La familia sigue siendo importante para Hamilton, tanto antes como ahora. Una y otra vez se puede ver a su madre, Carmen Larbalestier, en las carreras. "Mi mamá es mi mejor amiga", dice Hamilton de ella. "Siempre fue un gran apoyo para mí. Es tan dulce y entrañable". Los padres de Hamilton se casaron en 1979, pero se separaron cuando el pequeño Lewis tenía dos años.
El hermano
Hamilton es un hombre de familia. Y siempre, un modelo a seguir para su hermanastro menor Nicolás. Este sufrió poliomielitis y estuvo de niño varios años en una silla de ruedas. Pero siguió luchando y, en 2015, siguiendo el ejemplo de su hermano, también consiguió ser piloto de carreras: en la serie británica de turismos. Su hermano mayor casi estalla de orgullo.
El reflexivo
En el otoño de 2019, a Hamilton también le dio por pensar en cosas profundas. En su cuenta de Instagram escribió: "El mundo es un lugar roto. ¿Por qué molestarse cuando el mundo es un desastre y a la gente no parece importarle?". Un poco más tarde el posteo desapareció. ¿La conciencia verde atormenta al campeón mundial de Fórmula 1?
El activista
Cuando, tras las muertes a disparos de la policía de George Floyd y Breonna Taylor, el mundo entero discutía sobre el racismo y los derechos de los afrodescendientes, fue Hamilton quien llevó con vehemencia el tema a la Fórmula 1. A instancias suyas, los tradicionales Mercedes color plata cambian al negro. Hamilton concede entrevistas sobre el tema, viste sus lemas y asiste a manifestaciones.
El niño prodigio
Hamilton (2º por la derecha) empezó a competir en karts a los ocho años y pronto tuvo éxitos. Después de su tercer año y de pasar por varias series de carreras, entra en contacto por primera vez con uno de los grandes nombres de la Fórmula 1: en un homenaje a los jóvenes pilotos con talento celebrado en Londres en 1996, el que luego fue doble campeón del mundo, Mika Häkkinen, presenta los trofeos.
El hijo adoptivo
Una de las figuras más importantes en la carrera de Hamilton es Ron Dennis. El veterano jefe de equipo de McLaren queda impresionado por el niño de diez años, que le pide un autógrafo y al mismo tiempo le dice que quiere conducir para él en el equipo más adelante. Tres años después, Dennis ficha a Hamilton como parte del programa junior de McLaren.
El amante
La actriz Kate Hudson, la cantante Rihanna, la tenista Maria Sharapova y un sinfín de modelos: a Hamilton se le atribuyen muchas relaciones amorosas. Nicole Scherzinger (en la imagen), abanderada de las Pussycat Dolls, es la que más tiempo lleva a su lado y ha sido su pareja, con interrupciones, desde 2008 hasta 2015.
El amante de la moda
Hamilton presta mucha atención a su apariencia y le gusta moverse en el mundo de los ricos y famosos. A menudo se sienta en la primera fila en los desfiles de moda, como aquí en 2017 con la top model Naomi Campbell, en la pasarela de Versace en Milán. En 2018, el propio británico se convirtió en diseñador y lanzó su propia colección de moda: camisetas, chaquetas, pantalones y ropa interior.
El fiestero
Mientras otros pilotos aprovechan los descansos entre carrera y carrera para relajarse con la familia y descansar, Hamilton prefiere salir a la pista de baile y asistir a fiestas en clubes elegantes con otras estrellas y aspirantes a estrella. Él mismo se encarga de informar sobre su vida nocturna en Instagram, donde le siguen 25 millones de fans.
¿El mago de las finanzas?
Su nombre apareció en 2017 en relación con los Paradise Papers. Al parecer, importó su jet privado al Reino Unido a través de la Isla de Man, un paraíso fiscal británico, ahorrándose impuestos, una práctica habitual, pero no es ilegal. Solo hay dudas porque no usa el jet solo para negocios. Hamilton dice que confía en sus asesores, quienes le han asegurado que todo fue conforme a la ley. (lgc/ms)