Latinoamérica vive multitudinarias procesiones tras pandemia
16 de abril de 2022Miles de fieles católicos regresaron este viernes (15.04.2022) a las calles de diversas ciudades de Latinoamérica, para participar en las procesiones de Viernes Santo, tras dos años de ausencia por la pandemia del coronavirus.
En Quito, oraciones, cánticos, lágrimas, esperanza y agradecimientos colmaron este viernes por más de tres horas las calles del centro histórico de la ciudad durante la procesión "Jesús del Gran Poder", una de las mayores manifestaciones de la fe católica en Ecuador. Cientos de personas vistieron la tradicional túnica morada de los cucuruchos, en la primera procesión multitudinaria tras el COVID-19.
Las procesiones también volvieron a Guayaquil, uno de los primeros focos de la pandemia en América Latina. En este puerto del suroeste del país los feligreses recrearon el viacrucis en la procesión de Cristo del Consuelo, una imagen que convoca a unas 500.000 personas.
Clamor contra la violencia en Haití
En Puerto Príncipe, la capital haitiana, miles de católicos participaron en un viacrucis en Puerto Príncipe, recorriendo varias calles y rezando, en un contexto marcado por el agravamiento del clima de inseguridad en el país.
La procesión tuvo una dedicatoria especial a la "gente que sufre en Martissant y Fontamara", situadas en la entrada sur de Puerto Príncipe y secuestradas desde junio de 2021 por guerras entre las bandas armadas que controlan los territorios.
Católicos de Managua sin su imagen sagrada
En Nicaragua, millares de personas se sumaron al tradicional viacrucis penitencial en Managua. Unos caminaron descalzos sobre el ardiente pavimento del verano, otros marcharon de rodillas, otros con sus ojos vendados y andando de espaldas.
Durante la masiva procesión, los devotos cargaron sobre sus hombros un cuadro con una pintura de la imagen de la Sangre de Cristo, y a sus pies, en una urna de vidrio, una imagen del rostro de esa imagen venerada desde 1638 y que fue casi calcinada el 31 de julio de 2020 en su capilla en la Catedral de Managua en un incendio involuntario, según la versión del gobierno, en un acto terrorista, de acuerdo con la Iglesia católica.
Procesiones en Honduras
En Honduras, los fieles también volvieron a conmemorar la representación del calvario de Jesús, tras dos años de ausencia de fieles en los templos católicos debido a la pandemia del COVID-19.
Cientos de personas se congregaron cerca de la Catedral Metropolitana, situada en el centro de Tegucigalpa, la capital hondureña, para participar en el viacrucis penitencial. Similares procesiones se realizaron en las principales ciudades del país centroamericano.
Colombia: regresan los penitentes en Santo Tomás
En Colombia, por las calles de Santo Tomás, un pequeño y muy caluroso poblado aledaño a la ciudad caribeña de Barranquilla, volvieron a desfilar este viernes los penitentes, célebres por las flagelaciones que algunos de ellos se hacen en la espalda para pagar favores pedidos.
Durante los dos últimos años los penitentes no pudieron hacer su ritual debido a las restricciones de reunión y movilidad que impuso la pandemia y ellos prefirieron aplazar sus penitencias a cumplirlas en sus casas en privado.
Retornan icónicas procesiones en México
En México, la icónica procesión de los "engrillados de Atlixco", hombres que marchan con grilletes y cadenas, volvió este Viernes Santo a este municipio del estado mexicano de Puebla, en el centro del país.
Cientos se congregaron desde temprano en el antiguo Convento de San Francisco para preparar las cadenas, espinas y vestimenta para la procesión, donde poco a poco se despojaron de sus ropas para quedarse en taparrabo y pañuelo en la cara de color vino, con todo lo demás al descubierto.
Sus piernas y brazos se convirtieron en lienzos para espinas que quedaron incrustadas por varias horas, mientras que sus espaldas y el pecho fueron cubiertos con cadenas delgadas y gruesas que en algunos casos alcanzaban los 50 kilos de peso.
En tanto, en el popular barrio de Iztapalapa, en el sur de la Ciudad de México, tuvo lugar la representación del viacrucis, una fervorosa tradición instaurada hace más de siglo y medio, que este 2022 tuvo un formato híbrido tras dos años de haber sido a puerta cerrada debido a la pandemia.
Sin embargo, con las alertas sanitarias a la baja, las multitudes regresaron a Iztapalapa, donde según las autoridades, al menos 1,5 millones de personas asistieron al evento religioso.
jc (efe, afp, Milenio, Confidencial)