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¿Latinos emigran hacia Irak?

1 de mayo de 2003

La reconstrucción de Irak representa una esperanza de trabajo para numerosos centroamericanos que no ven un futuro en sus países.

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Emigrar para sobrevivir, no importa si es España. EE.UU., y ahora también, Irak.Imagen: AP

La falta de una perspectiva de futuro podría empujar a miles de hondureños y nicaragüenses desempleados a buscar trabajo en la reconstrucción del lejano Irak. La "oferta" de mano de obra no parece distinguir entre la preparación profesional de los aspirantes a trabajar "en lo que sea", reflejando la profundidad de la crisis en Centroamérica.

Irak como esperanza

Unos 1.800 nicaragüenses han incuido su nombre en una lista en el Ministerio del Trabajo con el sueño de viajar a Iraq, luego de que el presidente Enrique Bolaños hablara hace un mes de la posibilidad de enviar trabajadores a la reconstrucción de la nación árabe tras el fin de la guerra.

En Honduras, el Ministerio de Trabajo calculó que unos 5.000 hondureños podrían viajar a Irak en caso de que prosperaran las gestiones para que Estados Unidos los admitiera como fuerza laboral de reconstrucción. "Estamos llenando una base de datos con las personas que están en búsqueda de trabajo y se ha ofertado a varios países la mano de obra ... (pero) la gente que viene a inscribirse piensa que va para Irak", afirmó en declaraciones a la agencia Reuters Joaquín Pon, encargado de colocación internacional de Honduras.

Emigrar para sobrevivir

Desde hace años que la emigración se presenta como la única forma de resolver el futuro para la población latinoamericana. Irak se presenta como oportunidad coyuntural, ya que los destinos tradicionales son los EE.UU. y, en los últimos años, España. "Yo voy donde me manden, lo que quiero es trabajar. Si en Irak hay trabajo, para allá me voy", dijo el obrero de la construcción José Estrada, de 36 años, al salir del Ministerio de Trabajo en Tegucigalpa.

Unos 500.000 hondureños que viven en el extranjero enviaron a su país en el 2002 unos US$ 700 millones. Las autoridades esperan que el monto de las remesas aumente este año a unos US$ 1.000 millones.

Nicaragua recibe por el mismo concepto más de US$ 300 millones anuales, según cifras oficiales, y más de US$ 800 millones, según organismos no gubernamentales. Casi un millón de nicaragüenses trabajan en el exterior, principalmente en Costa Rica y Estados Unidos.

Honduras y Nicaragua son los países más pobres en América después de Haití. Según el Instituto Nacional de Estadísticas de Honduras, el 80% de la población vive en condiciones de pobreza y un 30,7% de la fuerza laboral se encuentra desempleada o subempleada. En Nicaragua las cifras no son mejores: un 70% de sus habitantes es pobre mientras que un 11,5% de la población económicamente activa está desempleada y permanece en el subempleo un 45%.

¿Premio por apoyar la guerra?

Los gobiernos centroamericanos fueron de los pocos en Latinoamérica que apoyaron la invasión bélica a Irak. Según analistas estadounidenses, la reconstrucción del país podría costar hasta US$ 400.000 millones, un importante "incentivo económico " para quienes participen en ella . El Banco Mundial estima que la velocidad del resurgimiento del país dependerá del tiempo que tarden los pozos petroleros en retomar niveles de producción de 3,5 millones de barriles diarios, que tenían antes de la primera Guerra del Golfo de 1991.

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La reconstrucción: negocio para unos y oportunidad para otros.Imagen: AP

Pero a pesar del interés de los habitantes de estas dos naciones centroamericanas, aún es incierto si tendrán oportunidad de conseguir un trabajo en Irak. Las gestiones que se hacen con Estados Unidos responden a una iniciativa unilateral no a una invitación estadounidense.

"No podemos adelantarnos a los acontecimientos y decir que ya está concretizado, que es una realidad que tanto (número) de nicaragüenses pueden ir" a trabajar a Irak, admite el ministro nicaragüense de Trabajo, Virgilio Gurdián. Esto explica el escepticismo de los especialistas que dudan de que prosperen las gestiones: "Seguramente en Irak habrá también miles de desocupados", afirma escueto el economista hondureño Martín Barahona.