Lluvia de estrellas: vuelven las perseidas
Esta semana, el cielo nocturno se poblará de una lluvia de estrellas, las perseidas, como siempre en esta época del año. Pero solo será posible verlas si hay buen tiempo.
Espectáculo nocturno
Todos los años en el mes de agosto no solo los astrónomos tienen mucho que observar en el cielo nocturno: la lluvia de meteoritos, las perseidas, brinda un bello espectáculo que encuentra adoradores en todo el planeta.
Brillo y oscuridad
Por lo común, solo es posible ver la caída de las perseidas si hay buen tiempo meteorológico. Este año, ese parece ser el caso, por lo cual cantidades de espectadores se preparan para avistarlas y disfrutar de las estrellas fugaces como nunca.
¡Pidan un deseo!
De acuerdo con el pronóstico meteorológico, la caída de las perseidas alcanzará su punto máximo este jueves entre las 2 y las 4 de la mañana. Pero también se podrá ver a las estrellas fugaces en la noche del viernes. Así que se recomienda hacer una larga lista de deseos para formularlos a su paso.
Fases de la luna
Además de contar con un cielo despejado, los astrónomos esperan que la luz de la luna no sea un obstáculo. La buena noticia es que habrá luna nueva, lo que siginifca que no se la podrá ver a simple vista.
Las perseidas
La lluvia de meteoritos lleva su nombre en honor a la constelación de Perseo, pero, de hecho, las perseidas están formadas por el polvo que dejó el cometa 109/Swift-Tuttle. Todos los años, a mediados de agosto, la Tierra se cruza con la huella de polvo estelar en el cosmos.
Entrada triunfal
Tan pronto como la Tierra se topa con el polvo cósmico, las partículas del mismo ingresan a la atmósfera terrestre a 60 kilómetros por segundo y se calientan hasta alcanzar los 3.000 grados centígrados. Así es como nacen las innumberables estrellas fugaces que vemos.
¿Preparados?
Para admirar mejor la lluvia de estrellas, la Organización Internacional de Meteoros (OIM) aconseja hacerlo desde un lugar alejado de las zonas urbanas. Nuestra propuesta: sentarse cómodamente en el patio o buscar un lugar poco iluminado y disfrutar de las perseidas en buena compañía.