Londres: un blanco previsible, pero no el único
7 de julio de 2005
El Frankfurter Allgemeine Zeitung, de Francfort del Meno, opina: "Es un cinismo del destino que la ciudad que un día antes celebraba el éxito de su candidatura olímpica ahora haya sido golpeada por el espanto y se vea enlutada. Pero no es de ningún modo casual que Londres haya sido blanco de un atentado terrorista. En esta urbe multicultural no sólo tienen sedes bancos y consorcios internacionales, sino también están representadas casi todas las agrupaciones radicales islámicas del mundo, en su mayoría de manera plenamente oficial, aunque en muchos casos tengan vínculos difíciles de ignorar con ámbitos terroristas en el Medio Oriente. Dado que la Gran Bretaña de Blair es el más estrecho aliado de Estados Unidos en Irak, Londres se encontraba desde hace tiempo muy arriba en la lista de las ciudades amenazadas por el terrorismo islámico."
Categorías militares inútiles
El Stuttgarte Zeitung, de Stuttgart, comenta: "Quien al igual que tantos políticos de Washington y Londres sólo piense en categorías militares, clamará ahora por mayores presupuestos de defensa y más soldados. Pero ellos no sirven de nada. Tampoco sirve imitar a Israel y construir muros para aislarse del mundo exterior. Occidente se nutre de su apertura y su libertad. Si los terroristas consiguieran que Occidente renunciara a su liberalidad y se sumiera en el tenor, habrían ganado su guerra."
Iras islámicas
El Süddeutsche Zeitung, de Múnich, apunta: "Los iracundos fundamentalistas islámicos reclutan a los autores de atentados porque les prometen una vida más plena y digna. (...) Los atentados contra las fuerzas de ocupación en Bagdad, los habitantes de Madrid o los pasajeros del metro de Londres despiertan esperanzas baratas, canalizan las iras, generan cohesión y la sensación de fortaleza. Sólo el Islam puede liberarse a sí mismo de esta ira: mediante información, esclarecimiento, modernización y repudiando la violencia. Al club de los globalizadores del G-8 se le recordó este jueves que tiene una gigantesca tarea política por cumplir. Hasta ahora, los 8 y sus aliados no han hablado con una sola voz en la política antiterrorista. Es de esperar que la experiencia de Gleneagles les haya enseñado algo."
Sensación de peligro
El Berliner Zeitung, de la capital alemana, anota: "La única oportunidad que tenemos es no dejar que el miedo que nos invade determine nuestro actuar. El ministro del Interior, Otto Schily, declaró que en Alemania no ha aumentado el peligro. Es la verdad. Los atentados de Londres no modifican el hecho de que Alemania es desde hace tiempo un blanco potencial del terrorismo. Que el gobierno de Schröder y Fischer nos haya ahorrado participar en la guerra contra Irak no cambia nada. El terrorismo no busca culpables. Su intención no es castigar, sino sembrar el miedo. Un atentado contra el aeropuerto de Francfort o un lugar céntrico de Berlín tendría tanto valor como las bombas de Madrid. Sobre nosotros pende una amenaza, ni mayor ni menor que antes de los atentados de Londres. Pero tenemos la indefinida sensación de que el peligro se acerca."