Los ñandúes se acomodan en el norte de Alemania
22 de julio de 2008Al ñandú no se le llama avestruz americana porque sí: de este continente es originaria la gran ave. Si los biólogos optarán por añadir una subcategoría para designar al ñandú alemán resulta dudoso, pero lo cierto es que el pájaro lleva ocho años adaptándose al ecosistema germano y, de momento, parece sentirse como en casa.
Los ñandúes del norte de Alemania son inmigrantes argentinos. Originariamente llegaron importados por un criador de pájaros, al que se le escaparon seis aves hace casi ya una década. Durante algún tiempo, las autoridades alemanas persiguieron a los furtivos y a sus descendientes por miedo a que éstos alterasen el equilibrio entre las especies nativas. Pronto los responsables de Medio Ambiente de los Estados afectados retiraron al ñandú el calificativo de amenaza. Desde entonces, el avestruz americana campea a sus anchas: de Schleswig-Holstein a la Pomerania Occidental.
“Una auténtica atracción”
La elegante grulla o las cigüeñas blancas y negras, la espátula con su curioso pico o el ostrero: todas ellas son especies de aves comunes en el norte de Alemania, donde muchos no comparten la buena conciencia con la que los funcionarios suman a la lista un nuevo tipo de pájaro con nombre americano.
Sven Langmaack, un hostelero de Schattin, un pueblecito situado en la frontera entre los Estados de Schleswig-Holstein y Mecklemburgo-Pomerania Occidental, protege un nido de los “enemigos del ñandú”. “Los ñandúes son una auténtica atracción”, dice a la cadena de televisión n-tv. Al negocio le vienen como anillo al dedo.
Cuántos ñandúes habitan en los prados de la Alemania norteña no lo sabe nadie. Frank Philipp ha decidido convertir al ñandú alemán en el protagonista de su trabajo de fin de carrera, y está estudiando la nueva comunidad de aves. En 80 kilómetros cuadrados, Philipp ha llegado a contar hasta 30 especímenes adultos, narra a n-tv. De la existencia de tres nidos con unos 50 pollos sabe con seguridad, y supone que conocer la localización de otros tres.
Luz sobre el tema
Philipp espera que su investigación arroje algo de luz sobre la cuestión de la influencia de los ñandúes en el ecosistema alemán. Pero muchos agricultores y cazadores están convencidos de que estos pájaros no son buenos para sus campos, y de que la actitud de la administración está siendo negligente.
La competencia de los intrusos por espacio y alimento es, para el resto de las aves, excesiva, aseguran, y llaman la atención sobre la existencia en esta región de un tipo de saltamontes de alas azules, único en el mundo, que podría estar en peligro al haberse convertido en complemento proteínico de la dieta, principalmente vegetariana, de los ñandúes.
Pero mientras no se les reconozca culpa alguna, el hotelero Langmaack y sus huéspedes seguirán disfrutando del espectáculo de ver ñandúes a pocos kilómetros del Báltico.