Los Óscar que Alemania se llevó

Era la superestrella del cine alemán de la década de 1920. Y fue el primer actor que obtuvo la estatuilla dorada del Oscar. Emil Jannings recibió el galardón en la primera entrega de los Óscar en 1929. Fue distinguido como mejor actor, por su trabajo en dos películas: "El destino de la carne" (1927) y "La última orden" (1928).

En "La última orden", de Josef von Sternberg, Emil Jannings (foto) encarna a un general zarista que, años después de la guerra civil rusa, trabaja como comparsa en Hollywood. Tras vivir algunos años en Estados Unidos, Jannings regresó a Alemania. Debido a su cercanía con los nazis, tras la II Guerra Mundial los aliados le impusieron una prohibición de actuar.

Sólo una alemana ha obtenido hasta ahora un Óscar en la categoría de "mejor actriz protagónica". Luise Rainer, nacida en Düsseldorf, lo consiguió incluso en dos oportunidades: primero en 1937, por su papel en "El gran Ziegfeld" (foto), y luego en 1938, por su trabajo en la película "La buena tierra", basada en la novela de Pearl S. Buck.

Cuando se habla de los premios Óscar, su nombre suele ser olvidado, lo cual es muy injusto. Bernhard Grzimek fue el primer alemán que ganó la estatuilla después de la II Guerra Mundial, junto con su hijo Michael, por el documental "El Serengueti no debe morir", referido a ese parque nacional de Tanzania.

Larga es la lista de los alemanes que han recibido un Óscar por su trabajo tras las cámaras. Entre ellos se cuentan los arquitectos Hans Jürgen Kiebach, Herbert Strabel y Rolf Zehetbauer, que fueron distiguidos en 1972 por la escenofragía de la película "Cabaret", de Bob Fosse.

En 1980, el Óscar en la categoría de "mejor película en lengua extranjera" recayó en una cinta alemana. El premio se lo llevó Volker Schlöndorff, por su film basado en la novela de Günter Grass "El tambor de hojalata". En la foto, toca el tambor David Bennent, quien interpreta el papel del pequeño Oskar Matzerath, un chico que a la edad de tres años decide no seguir creciendo.

La directora Caroline Link recibió un Óscar a la mejor película extranjera por "En un lugar de África", basada en la novela autobiográfica de Stefanie Zweig. Cuenta la historia de una familia judía que en 1938 huye de la Alemania nazi hacia Kenia.

El drama "La vida de los otros" fue la tercera cinta alemana en recibir un Óscar a la mejor película extranjera. Fue el debut cinematográfico de Florian Henckel von Donnersmarck y cuenta una historia en torno al servicio de inteligencia de la antigua República Democrática Alemana (RDA), conocido como Stasi. El director también fue nominado a un Óscar en 2019, pero no lo ganó.

El actor germano-austriaco Christoph Waltz recibió en dos oportunidades un Óscar por un papel secundario en películas del director Quentin Tarantino: en 2009, por su interpretación de un oficial de las SS en "Bastardos sin gloria" (foto) y en 2012 por la del cazarrecompensas Dr. King Schultz, en "Django sin cadenas".

Hans Zimmer ha compuesto la música de numerosas películas exitosas. Fue nominado 12 veces a un Óscar, la primera de ellas en 1989 por "Rain man". En 1995, ganó la estatuilla por la banda sonora de "El rey león" y, en 2022, por la de "Dune".

En 2018, el artista de efectos especiales Gerd Nefzer (segundo de la derecha) regresó de Hollywood a Alemania llevando su primer Óscar en el equipaje. Nefzer, quien originalmente había estudiado tecnología agrícola, fue con otros tres colegas el responsable de los efectos especiales de la película "Blade Runner 2049". En 2022, el equipo recibió su segundo Óscar por "Dune".

Ninguna película alemana había recibido antes tantas nominaciones al Óscar como la producción de Netflix "Sin novedad en el frente". Fue nominada en nueve categorías y obtuvo finalmente cuatro estatuillas. La cinta, basada en la novela de Erich Maria Remarque y dirigida por Edward Berger, recibió, entre otros, el premio a la mejor película internacional.