¡Los alemanes también ríen!
12 de noviembre de 2003¿Usted siempre pensó que los alemanes no tienen sentido del humor? ¿O – como dicen los propios alemanes – el sótano es el único lugar donde ríen a gusto? Como siempre, en todo cliché hay algo de verdad. Pero, aunque algunos alemanes tengan bien ganada su fama de fríos, malhumorados y aguafiestas, vale la pena aclarar que las apariencias engañan y los tiempos han cambiado. En los últimos diez años el humor se ha puesto de moda. El tradicional "cabaret", que presentaba sobre todo textos políticos de gran ironía, cedió paso al movimiento "comedy". Pero algo tienen en común todos los humoristas alemanes, ya sean de la vieja o nueva escuela, todos ellos respetan y admiran a Vicco von Bülow, alias Loriot. Von Bülow, el gran señor del humor alemán de posguerra, cumple hoy 80 años.
El maestro de la ironía
Loriot nació en una familia de la nobleza prusiana y luego de desechar el sueño de convertirse en un gran pintor, se dedicó al "arte de la representación humorística". Demostró gran creatividad y destreza en sus actividades como dibujante, actor, autor, escenógrafo, director de orquesta, cine, ópera y televisión, pero – como él mismo lo describe : "En 80 años no logré suscribirme de modo duradero a una sola actividad que fuera comúnmente considerada una profesión seria." Vicco von Bülow inició su carrera como gráfico utilitario y en 1950 empezó a publicar caricaturas en distintas revistas. Firmaba sus trabajos como caricaturista con el seudónimo "Loriot", que es el nombre francés del Pirol, el pájaro que aparece en el escudo de la familia von Bülow.
A lo largo de los años, sus caricaturas han sido editadas millones de veces y Loriot ha recibido todos los grandes premios existentes en Alemania, entre otros, el "Premio de Honor de la Cámara de Oro" y la "Gran Cruz del Mérito de la República Federal de Alemania".
En todos sus trabajos siempre se caracterizó por su fina ironía y su agudo poder de observación. Con rostro impávido representaba a reprimidos hombres grises, empleados públicos frustrados o maridos engañados y enseñaba a los alemanes a reírse de si mismos y sus pequeñas obsesiones.
Comedy a la alemana
Hoy, medio siglo después de que Loriot empezó a dar lecciones de buen humor, el humor y la risa son temas omnipresentes en la vida pública alemana. La televisión, la publicidad y los medios de comunicación en general han reconocido el potencial de la risa, pero son pocos los comediantes que lograron alcanzar el nivel de Vicco von Bülow. Luego de una oleada de humoristas que ubicaban sus chistes más bien debajo de la cintura, el nivel del humor alemán comienza a subir nuevamente. Se vuelven a imponerse aquellos programas de TV en los cuales el chiste esencial está en reconocerse en los personajes y reírse de uno mismo. Las "comedy-stars" de hoy se llaman Anke Engelke, Olli Dietrich o Kaya Yanar, por nombrar sólo algunos, y todos siguen el camino de la sutil auto-ironía, marcado por von Bülow.
Sin embargo, a pesar de haber influido decisivamente en el relajamiento de los músculos faciales de todo un pueblo, Vicco von Bülow es un ejemplo de modestia. Mientras que hay quienes dicen que "Alemania sin Loriot sería como Bayreuth sin Wagner", el propio Loriot constata "simplemente me limité a hacer aquello que me divertía." Y de este modo no sólo se divirtió, sino que logró contagiar su diversión a todo un pueblo. ¡Feliz cumpleaños!