Los descendientes de los mayas protegen el bosque
17 de mayo de 2016Organización: Reserva de la biosfera maya, Guatemala
Situada en la región de Petén, en el norte de Guatemala, la reserva de la biosfera maya es, con 2,1 millones de hectáreas la mayor selva tropical protegida del norte del Amazonas. La extensa área es un tesoro escondido de vida animal y vegetal, y sirve como un valioso depósito de carbono para el resto del planeta.
La reserva está subdividida en tres partes: una zona de conservación de la que no se extraen recursos, un área de uso mixto y una zona intermedia, donde está permitida la actividad económica de manera limitada.
También es el hogar de 180.000 personas, entre ellas, los descendientes de los mayas, quienes se ganan la vida con los recursos forestales. Pero para ello, deben operar de manera sostenible.
Poco después de establecerse la reserva en 1990, el gobierno de Guatemala otorgó concesiones forestales a entidades comunitarias y privadas en un 40 por ciento del área protegida. Asimismo, requirió a los operadores de concesiones que cumplieran con los estándares de conservación del Consejo de Administración Forestal. “Hemos encontrado una manera de comulgar con la naturaleza sin afectarla”, escribió David de León Reyes, un líder de la comunidad, en el proceso de concesión.
Las investigaciones lo confirman. Según un informe publicado en 2015 por la Alianza para Bosques, en los bosques gestionados por la comunidad, la tasa de deforestación alcanzó sólo el 0,4 por ciento entre los años 2000 y 2013. Por el contrario, la tasa en las áreas que no forman parte de la reserva, fue del 5,5 por ciento.
En la página Global Forest Watch, un sitio web interactivo que monitorea la deforestación en todo el mundo, se puede ver claramente que el área verde oscuro en el mapa corresponde a las áreas comunitarias gestionadas por la reserva de la biosfera maya.