Los diez grandes mitos del viajero
El solario protege del sol, los asientos traseros de un avión son los más seguros... Algunos mitos de viajeros trascienden como verdades absolutas. ¿Planea viajar en 2017? DW aclara cuáles son ciertos y cuáles no.
Las ofertas de último minuto son más baratas
¿Quieren hacer las reservas de viaje más baratas? ¡Mejor no se confíen de las ofertas de última hora! Los turoperadores no adquieren más vuelos y habitaciones de hotel de las que pueden vender. Así que las bagatelas sólo surgen cuando realmente se equivocan. Lo más seguro es reservar entre tres y ocho semanas antes de las vacaciones.
El bronceado de solario protege del sol
Tras reservar, mucha gente –sobre todo la de tez clara– se va al solario a preparar la piel para el sol de la playa. ¡En vano! La piel se dora en el solario casi exclusivamente expuesta a radiación ultravioleta A (de onda larga). Pero la protección contra el sol la provee la radiación ultravioleta de tipo B (onda media). Así que no se olviden de empacar la crema solar.
Los asientos traseros son más seguros
Durante el check-in, generalmente, tenemos la posibilidad de elegir nuestro asiento en un vuelo. Muchos piensan que los asientos traseros son más seguros. Lo cierto es que el asiento más seguro es difícil de determinar. No hay estadísticas fiables, pues los aviones se estrellan más bien poco.
Los celulares amenazan la seguridad aérea
Antes del despegue, la tripulación del avión solicita que pongamos nuestros celulares en modo de vuelo. La mayoría lo hace. Nadie quiere estrellarse. Y es correcto. Pero si alguien lo olvida no conducirá inmediatamente a una catástrofe. Eso sí, los aparatos electrónicos en busca constante de señales pueden molestar al piloto, que oirá seguramente una constante intercepción.
Las máscaras de oxígeno drogan
¿Para que se necesitan esas máscaras de oxígeno que nos muestra el personal de a bordo? Un rumor corre: el oxígeno droga a los pasajeros en caso de un incidente, para que no entren en pánico. ¡Falso! Las máscaras están ahí para todo lo contrario: para que, en caso de una pérdida repentina de presión, no perdamos la conciencia ni se nos nublen los sentidos.
El jetlag se produce por falta de sueño
Una vez que hemos llegado a nuestros destino, solemos sentir el llamado jetlag. “¡Es por falta de sueño!”, aseguramos. Pues no, se trata más bien del shock que sufre nuestro cuerpo, una vez roto nuestro ritmo de 24 horas por día. Nuestro reloj interior queda confundido. Lo mejor: adaptarse lo más pronto posible al horario local.
Los precios de los hoteles son constantes
Ya en el hotel, dispuestos a registrarnos y descansar, vemos por casualidad los precios de las habitaciones. ¿Por qué nos tocó la semana más cara? Los precios de las habitaciones no son constantes? No. Si coincidimos con una feria, por ejemplo, los precios se disparan. Oferta y demanda. El momento en que reservamos también puede influir.
Siempre falta la habitación número 13
Nuestra habitación es la número 14. Al lado está la 12. ¿Y la 13? Algunos hoteles evitan el número en sus habitaciones y hasta pisos, por condescendencia con los huéspedes supersticiosos. Tampoco es raro que falte la fila 13 en algunos aviones. Así que: ¡el rumor sobre el número 13 está en lo cierto!
Nuestro destino es “el más...”
Seguramente algún superlativo nos motivó a elegir nuestro destino de vacaciones. La pirámide más alta, la torre más inclinada, la catarata más grande… A veces, mera publicidad. Venecia, por ejemplo, no es la ciudad que más puentes tiene en Europa. Con unos 400 sobre sus canales, queda detrás de Hamburgo, con sus 2500. Pero disfrutemos del paseo y no nos preocupemos tanto por mitos y realidades...