Los inversionistas chinos aman a Alemania
20 de noviembre de 2012En la carrera para atraer las inversiones chinas, Alemania ya ha superado a su principal contendor, Gran Bretaña. En 2011 uno de cada cinco euros que invertían los chinos en Europa llegaba a Alemania, dicen los análisis de la firma de auditorías PricewaterhouseCoopers (PwC). En total han invertido casi 17 mil millones de euros.
El estudio de PwC muestra que, en total, los empresarios del gigante asiático compraron 61 empresas europeas, una cifra nunca antes vista. Una tendencia que continuó este 2012. Ya en el primer trimestre, 32 firmas pasaron a manos orientales. Y con una participación en ese total del 28 por ciento, Alemania recuperó el primer puesto.
Putzmeister bajo control chino
La más espectacular de esas transacciones fue, sin duda, la adquisición de la empresa de bombas de hormigón Putzmeister por parte de su competencia china Sany Heavy Industry. Con un precio de compra de 525 millones de euros, es hasta la fecha la mayor inversión de los chinos en Alemania.
Pese a ello, "algo así como megainversiones todavía no hemos visto acá en Alemania", dice Jens-Peter Otto, jefe del grupo de negocios chinos de PwC. Las inversiones en empresas extranjeras son generalmente en las áreas de las materias primas y la energía. "La mejor parte todavía no ocurre. Por ahora los chinos son menos propensos a invertir en Europa, y prefieren África, Rusia, Estados Unidos y Canadá", opina Otto.
En otras palabras, los chinos recién están empezando a descubrir Europa. Alemania es particularmente popular entre los inversionistas de la potencia asiática debido al interés que generan las empresas del sector automotriz y la ingeniería mecánica, dice Otto. Los chinos ven ahí marcas, como en el caso de Putzmeister, que tienen fama de buena calidad y poseen el conocimiento técnico y el acceso a los mercados europeos.
Explosión de precios bajos
La crisis financiera y económica que ha afectado a Europa dio a los inversionistas chinos oportunidades irrepetibles. "En 2008 y 2009, cuando la crisis golpeó fuertemente a Alemania, hubo muchas empresas que tuvieron dificultades económicas. Y ahí golpearon los chinos", dice Jens-Peter Otto en conversación con DW.
Todas eran empresas medianas, la mayoría regentadas por familias. Que el 95 por ciento de las empresas alemanas sean familiares representa una de las fortalezas de la economía de este país, pues la estrecha relación que se genera entre los dueños y el personal hace que el trabajo en ellas sea muchas veces más seguro que en las grandes compañías, y eso aumenta la motivación del trabajador. ¿Es una amenaza a esos beneficios el que lleguen los chinos a tomar el timón? Teóricamente es posible, dice Otto, aunque no tan seguro.
Sin miedo
También en Aichtal, donde está la central de Putzmeister, los nuevos dueños de la empresa Sany tienen la instrucción de mantener a gran parte de la gerencia original. Fortalecidos por el capital llegado desde oriente, y con un mejor acceso al mercado chino, el jefe de Putzmeister, Norbert Scheuch, espera un crecimiento en los ingresos de un 20 por ciento este año.
El caso de Putzmeister desató, en todo caso, una ola de pánico sobre las potenciales ventas de empresas medianas de Alemania. Jens-Peter Otto sostiene que ese temor es infundado, pues la suma de la inversión directa china no es tan apreciable. En 2010 fue menor a mil millones de euros. La inversión directa de los japoneses es 15 veces mayor.
Autor: Danhong Zhang / DZ
Editor: Emilia Rojas-Sasse