Los niños de Siria: ¿una generación perdida?
14 de marzo de 2016El reciente informe del Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) es difícil de digerir. Tras cinco años de guerra civil, el organismo describe cómo las partes enfrentadas tienen en la mira a los niños.
Christian Schneider, secretario general de UNICEF Alemania, explica en entrevista con Deutsche Welle: “Los niños son asesinados deliberadamente por francotiradores. Hay ataques con bombas contra escuelas. Y niños cada vez más jóvenes son reclutados para la guerra”. Las milicias terroristas y los grupos rebeldes incluso obligan a niños de siete años a participar en combates armados, cuenta Schneider. Tan solo en 2015, UNICEF registró cien casos de menores que murieron o resultaron heridos en combates.
¿Una generación perdida?
El secretario general alemán señala que en los cinco años que ya dura la guerra han nacido 3,7 millones de niños: “No conocen otra cosa que la huida, el miedo y la expulsión. La violencia de las bombas y de los tiroteos forma parte de sus vidas”.
No obstante, la coordinadora de UNICEF para la ayuda para Siria se niega a perder la esperanza. En entrevista con DW, Geneviève Boutin cuenta que todos los niños refugiados con los que ha hablado comparten el sueño de querer regresar a su país, ir a la escuela y vivir con sus familias. Por ello, la tarea de UNICEF consiste en proteger a los menores en Siria y los países vecinos, así como garantizar su acceso a la educación.
En la conferencia de donantes para Siria en Londres se acordó crear programas para que todos los niños sirios puedan asistir a la escuela y recibir atención médica y psicológica. Muchos sufren severos traumas, cuenta Boutin.
En Londres, los donantes se comprometieron a destinar más de mil millones de euros para el trabajo de UNICEF. No obstante, hasta ahora el Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia solo ha recibido 74 millones. “Actualmente solo contamos con un seis por ciento del dinero para Siria y los países vecinos”, dice la coordinadora de UNICEF. Alemania, Suecia y Australia son los únicos países que han cumplido los plazos de pago acordados. De los 265 millones que prometió Berlín, ya ha pagado los primeros 70 millones.
Esperando la catástrofe
El ministro alemán de Cooperación Económica y Desarrollo, Gerd Müller, critica las promesas vacías. “Por un lado, si no ayudamos, morirán cada vez más personas. En los últimos dos años, nacieron más de 100.000 bebés en los campamentos de refugiados. Por otro lado, cada vez más personas emprenderán el viaje a Alemania y Europa”, dice el ministro a DW.
La mayoría de los sirios son pobres y no pueden o no quieren huir a Europa. El 86 por ciento de los refugiados procedentes de ese país vive en los barrios más pobres de Líbano. Müller insta a apoyar a los países vecinos de Siria como Líbano: “¿Qué pasará si este país que ha acogido a 1,5 millones de refugiados colapsa? Entonces no solo tendremos cientos de miles de refugiados adicionales, sino una catástrofe política en la región. No debemos esperar a que llegue la catástrofe para reaccionar”.