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Los nuevos equipos

Daniel Martínez (CHP)14 de agosto de 2015

Esta temporada la primera división del fútbol alemán contará con dos novedades: Ingolstadt, fruto de un proyecto deportivo apoyado por la industria; y Darmstadt, un club que avanza de milagro.

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Deutschland 2. Fußball Bundesliga FC Ingolstadt vs. RB Leipzig
Imagen: Getty Images/A. Pretty

Los dos nuevos integrantes de la primera división de la Bundesliga no podrían ser más distintos: mientras uno es el resultado de un plan pensando a detalle, el otro se sostiene gracias a la buena fortuna y avanza impulsado por la suerte. Ingolstadt y Darmstadt llegan a refrescar el fútbol alemán esta temporada con proyectos radicalmente opuestos, pero igualmente interesantes.

Ingolstadt: una década basta

Aunque en la mañana del cinco de febrero del 2004 el Ingolstadt no existía, ya en la noche del mismo día había dado su primer paso tras sellarse la fusión de los dos más importantes clubes de fútbol de la ciudad, el ESV y el MTV.

El padre de ese proyecto fue Peter Jackwerth, un hombre de negocios dedicado por aquellos años a ofrecer trabajo temporal a través de su agencia de colocación. El actual máximo directivo del club consiguió que en menos de cinco años el equipo pasara de competir en la liga regional bávara a conquistar un cupo en la segunda división de la Bundesliga, en donde debutó en el 2008.

Sin embargo el éxito deportivo del Ingolstadt, sellado con el ascenso a la primera división este año, no hubiera sido posible sin el apoyo de la industria automotriz con sede en la ciudad. Audi, una marca de la multinacional Volkswagen, se vinculó estrechamente al club, facilitando con su dinero el rápido crecimiento y el aún más vertiginoso logro de sus metas.

Audi no es solo patrocinador del equipo, también posee el 20 por ciento de las acciones del club, y es propietaria de las instalaciones deportivas del Ingolstadt, incluido el estadio que lleva su nombre (Audi Sportpark), y que será el de menor aforo en la Bundesliga esta temporada con apenas 15.000 plazas.

Peter Jackwert, el gestor del proyecto del Ingolstadt.
Peter Jackwert, el gestor del proyecto del Ingolstadt.Imagen: picture-alliance/augenklick/firo Sportphoto

El respaldo financiero de Audi le permite al Ingolstadt aspirar a terminar la temporada de su debut en la Bundesliga garantizando su permanencia en la primera división alemana. No en vano el equipo, que se estrenará en casa del Maguncia, dobló su presupuesto anual de 20 a 40 millones de euros. Por eso el entrenador Ralph Hasenhüttl vaticinó: “Llegamos para quedarnos”.

Pocos dudan de que esa meta se logre, pues en Ingolstadt bastó una década para armar un club a la altura de los mejores de la Bundesliga: buenos patrocinios, buenos jugadores, buena estructura. Al equipo solo le falta experiencia, y quizás una comunidad de aficionados más grande. Pero esas dos cosas llegan con el tiempo.

Darmstadt: la importancia del factor suerte

Pese a que el Darmstadt ya ha sido parte en el pasado de la Bundesliga (1978/79 y 1981/82), no deja de sorprender que el equipo regrese por tercera vez a la élite del fútbol alemán. Al fin y al cabo el club que tiene como emblema una azucena ha estado a punto de desaparecer en más de una ocasión en los años recientes.

En Darmstadt se celebró el ascenso a la primera división alemana como si se hubiera conquistado un título.
En Darmstadt se celebró el ascenso a la primera división alemana como si se hubiera conquistado un título.Imagen: picture-alliance/dpa/R. Holschneider

En el 2009 el club estuvo al borde de la bancarrota, pero hizo un gran esfuerzo financiero y consiguió evitar caer en la ruina. Luego, cuatro años más tarde, en el 2013, estuvo condenado a despedirse del fútbol profesional alemán tras quedar antepenúltimo en el campeonato de la tercera división.

Los resultados deportivos tendrían que haber llevado al club a la cuarta categoría alemana, pero un proceso legal contra el Offenbacher Kickers terminó con un castigo que obligó a este equipo a descender, lo cual salvó en último minuto al Darmstadt, que volvió a competir profesionalmente.

Esta no fue la última vez que la fortuna mostró su sonrisa al club de la azucena. En la temporada 2013/2014 el equipo disputó la oportunidad de ascender a la segunda división alemana jugando contra el Bielefeld. Cumplido el tiempo oficial del partido decisivo -con alarge-, Darmstadt necesitaba un gol para cumplir su meta, y este llegó cuando ya nadie contaba con él: en el minuto 122.

Un año después de esa dramática victoria, Darmstadt consiguió llegar a la Bundesliga, una historia que los propios aficionados califican como “un milagro”, el tercero en serie. Pero para lograr defender el cupo en la primera división el club necesitará un cuarto milagro pues sus posibilidades son limitadas.

En su plantilla, con un valor casi 35 veces menor que la del Bayern (560 millones de euros), hay jugadores que otros equipos ya no querían; en su estadio la arquitectura es tan anticuada que incluso en algunos palcos de los socios comerciales hay que estar de pie para ver los juegos; además, en el vestuario apenas si hay espacio suficiente para que los futbolistas se cambien de ropa, y de hecho no son pocos los integrantes del Darmstadt que emprenden el camino a casa vistiendo el uniforme.

El entrenador Dirk Schuster enfrenta un gran reto.
El entrenador Dirk Schuster enfrenta un gran reto.Imagen: picture-alliance/dpa/D. Naupold

Hasta el fútbol que práctica el equipo es más del pasado que del presente: defensa ordenada, balonazo al frente, mucha pierna fuerte y ninguna contemplación al momento de luchar por el balón. Pese a todo, en Darmstadt reina el optimismo pues como dice el entrenador del equipo, Dirk Schuster: “nosotros ya empezamos ganando”.