Diga Usted: ¿Penas más duras para delincuentes juveniles?

Una de las razones principales del aumento en la delincuencia, aparte de la crisis de valores, es la impunidad. En Venezuela, el índice de mortalidad por delincuencia y violencia general es uno de los mayores existentes. Una de las razones principales es la impunidad, pues, cuando los agresores saben que no serán castigados, actuarán cada vez con más desenfreno. Se debe aplicar la ley con firmeza, si no, el mensaje que se envía es contrario a la justicia. Después es demasiado tarde. Además, ¿quién le hará justicia a las victimas? Un "lo siento" no basta; si no, pregunten a la familia de Dominik B. Ya nadie intervendrá cuando vea una injusticia. ¡Crisis de valores, impunidad!
Claudia G., Venezuela

Es evidente que los países desarrollados necesitan con urgencia analizar lo bajo que han caído sus supuestas democracias, ese tipo de democracia que quieren imponer en otras naciones sin entender ni respetar las culturas, tradiciones o valores de los otros. Claro que deben endurecer las penas para los delincuentes juveniles y ojalá sea pronto. No es cuestión de edad, ya que es evidente que los actos que realizan son bien pensados.
Gerardo Olvera Medina, México


Comparto cuanto dice el autor del artículo; además, lo felicito. Efectivamente, la delincuencia mal llamada "juvenil" es el denominador común en nuestros países de la Unión Europea. Estos jóvenes de 14, 16 y poco más, se sienten hombres maduros y, en muchos casos, actúan como mayores, beben y se drogan, entre otras cosas. Ya se está considerando aplicar las leyes penales, como si de adultos se tratase y, lo son en la práctica. A partir, tal vez, de los 14 años.
Fanjul B., Alemania

Un tema álgido. Soy colombiano y resido en España. ¿Se puede enfocar el tema desde una misma perspectiva independiente del lugar geográfico? Pienso que no. No se puede juzgar una acción delictiva de un joven con una muy buena calidad de vida de la misma manera que la de aquel joven sin perspectivas futuras, y con un presente de carencias en todos los aspectos: económico, educativo, de salud. ¿Se trata de hacerlos adultos mediante un decreto sólo para poder castigarles como tales? Si las sociedades no han encontrado la respuesta más adecuada para esa delincuencia adulta ya existente, ¿qué se remedia con sumar más adultos a la estadística y disminuir la de los jóvenes? Podríamos continuar bajando la edad para castigarles hasta sorprendernos un día con un niño de cinco o seis años en un estrado. Quizá aquello de los "valores perdidos" sea más aplicable en las sociedades con desarrollo excelente, aún con dudas, que en aquellas donde un niño nace y a los pocos años le toca batirse como adulto para conseguir comer, y es aplaudido y puesto como ejemplo porque "tiene capacidad de lucha y valentía", pero no se asume que así como pelea como adulto por el alimento, comete delitos de adulto sin dejar de ser un niño acorralado por la desidia y el abandono de quienes administran y dirigen su sociedad. Es un tema complejo y álgido, no tan trivial como decir "más carcel, mayores penas, menos edad para acceder al cadalso”, aunque la edad sea la misma que se necesita para acceder a los derechos hurtados.
Gregorio, España

Sin ninguna duda, en mi país vivimos casos de violencia juvenil desde los 13 años en adelante. Ocurre que los menores de 21 se sienten impunes y cometen actos violentos a otros jóvenes y a mayores. La única forma es que se oenalice, si es necesario con cárcel, a todo individuo que ejerza violencia contra otra persona.
Norberto Langer, Argentina

El crimen no tiene edad, y el delincuente debe ser juzgado y condenado, según el crimen cometido, no puede haber impunidad por se menor de edad. Eeso sólo promueve el delito y la instigación a delinquir por adultos cabecillas de bandas juveniles. Mano dura y firme.
Withold Endzelis K., Venezuela

Mi país se encuentra en la misma disyuntiva, ya que algunos consideran que es imposible dictar leyes que impongan penas más duras a los menores. Sin embargo, gracias a esa impunidad, la delincuencia aumenta en hechos cada vez más violentos y las edades de los mismos ya alcanza no sólo a los adolescentes, si no también a niños de corta edad, muchos de los cuales son utilizados por mayores para realizar sus fechorías
Gricela Mazzuca, Argentina

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