Luces y sombras en Bakú
21 de mayo de 2012Azerbaiyán no ha dejado nada al azar con vistas al concurso de Eurovisión, que recién comienza su gran semana de semifinales hasta la final, el sábado. Pero la oposición espera que la atención internacional no se fije solo en el centelleante escenario, sino también en la represión política que ejerce el autoritario Gobierno de este país rico en petróleo.
Un día antes de la primera semifinal de Eurovisión, las autoridades azerbaiyanas detuvieron a al menos 41 opositores que protestaban este lunes contra el Gobierno de Bakú. Varios cientos de manifestantes protestaron en una marcha no autorizada contra el presidente Ilham Aliyev, pidiendo "libertad" y que cese la corrupción. Según informa el portal online contact.az, la policía encerró a los opositores en autobuses, los golpeó y finalmente los dejó a 60 kilómetros de la capital.
El gobierno de Aliyev pretende presentarse como abierto al mundo, tolerante y hospitalario, como dijo a dpa el asesor Ali Gassanov, uno de los ideólogos más cercanos al mandatario: “Azerbaiyán quiere ser tan rico como los países del Golfo y tan abierto al mundo como Occidente”, señaló Gassanov, que dirige el departamento de política social desde hace 18 años.
Periodista bajo presión
En Alemania, esta visión no termina de cuajar. “El último caso realmente escandaloso que experimenté fue con una periodista que conozco a la que se la puso bajo presión”, exclama furioso Markus Lönig, comisionado de Derechos Humanos del Gobierno alemán. La periodista en cuestión era Khadija Ismailova. La respetada periodista azerbaiyana tuvo que aprender a base de golpes lo que ocurre cuando se empieza a investigar informes críticos sobre el Gobierno en Bakú.
A principios de marzo de 2012, Ismailova recibió una carta anónima. Contenía fotografías explícitas de ella y su novio, evidentemente tomadas en su propio apartamento con una cámara oculta. El paquete vino con una nota: “Compórtate, zorra. Si no, serás difamada.”
A pesar de ello, Ismailova continuó con su investigación y publicó la carta con la amenaza. Una semana después se publicó en Internet un vídeo íntimo de ella y su novio grabado en secreto. Las autoridades judiciales se negaron a aclarar la situación. El político del partido liberal FDP Lönig lo tachó de “inaceptable”.
“Cantando por la democracia”
Activistas de Derechos Humanos quieren atraer la atención de la sociedad sobre casos como este en el Festival de Eurovisión de este año, el día 26 de mayo en la capital de Azerbaiyán, Bakú. “El festival no es sólo sobre la cultura e historia de Azerbaiyán; es también sobre los derechos humanos básicos, como la libertad de opinión y de asamblea”, afirmó el activista Rasul Jafarov en una conferencia de prensa de la organización Reporteros sin Fronteras a mediados de abril en Berlín.
Jafarov inició la campaña “Cantar por la democracia” en 2011 junto con otros activistas. Con ello espera abrir los ojos de Europa a la realidad que se vive en Azerbaiyán con camisetas y pósters.
El caso de Ismailova es solo el caso más reciente, dice Hugh Williamson, director de la organización de Derechos Humanos Human Rights Watch en Europa y Asia Central. Actualmente, seis periodistas se encuentran en prisión en Azerbaiyán, más que el año pasado.
Williamson dice que los portavoces de prensa del Departamento de Justicia de Azerbaiyán buscan intimidar a la gente: “Se le pidió a un periodista que trabaja para los medios iraníes que fuera a una oficina de policía para responder algunas preguntas. Se le ordenó que se quitara la chaqueta, y se lo llevaron a otra habitación. Cuando regresó, se encontró una pequeña cantidad de droga en su chaqueta.”
Opiniones y hechos
Según el asesor del Gobierno azerbaiyano Ali Gassanov, las informaciones aparecidas en la prensa internacional sobre violentos ataques a periodistas, represión de la oposición y violaciones de los derechos humanos "no son imparciales". Este tipo de problemas suponen sólo "casos aislados": nadie se encuentra en la cárcel por sus opiniones políticas, sino por incumplir la ley, insistió. Y además, agregó, Aliyev ha perdonado a presos en repetidas ocasiones. "Por supuesto que sigue habiendo mucho que hacer, pero estamos avanzando día a día", dijo.
Según organizaciones no gubernamentales, docenas de prisioneros políticos se encuentran actualmente encerrados en las cárceles de Azerbaiyán. La libertad de asamblea también se ha restringido severamente durante años, según Leyla Aliyeva, directora del Centro de Estudios Nacionales e Internacionales en Bakú. “El Gobierno ha reprimido cualquier intento de protesta”, dice Aliyeva.
Justo dos semanas antes de la final del Festival de Eurovisión, docenas de políticos de la oposición intentaron manifestarse en el centro de la capital. La policía acabó con la manifestación no autorizada en cuestión de minutos. Según los informes de la prensa, unas 10 personas fueron detenidas.
Indecisión a la hora de actuar
Incluso las manifestaciones “aprobadas” sufren el mismo destino. Por primera vez en mucho tiempo, una manifestación de la oposición recibió el permiso para celebrarse en las afueras de Bakú. Dieciséis participantes fueron detenidos. Las peticiones de los gobiernos occidentales por la liberación de los presos fueron ignoradas por el Gobierno azerbaiyano.
Occidente se muestra reacio a denunciar los abusos de derechos humanos en Azerbaiyán, dice la politóloga Leyla Aliyeva, principalmente por intereses económicos. Sus grandes reservas de petróleo hacen de Azerbaiyán un atractivo socio comercial, y eso hace que las críticas tanto de la UE como de EEUU no salgan a la luz, añade Aliyeva.
El Secretario General del Consejo Europeo, Thorbjörn Jagland, hizo públicas sus preocupaciones sobre los fallos en la democracia de Azerbaiyán en una entrevista, pero dijo que no estaba de acuerdo en sabotear el festival. Según él, el diálogo con las autoridades azerbaijanas sería más efectivo.
Author: Roman Goncharenko / Lydia Aranda Barandiain
Editora: Rosa Muñoz Lima