1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Luchando contra el SIDA

21 de julio de 2010

En la 18.Conferencia Internacional del SIDA, en Viena, se discute sobre todo una reforma de la política de drogas vigente en el Este de Europa y Asia Central, donde el virus se propaga vertiginosamente.

https://p.dw.com/p/OR4U
Una jeringa nueva puede salvar la vida de un adicto a la heroína.Imagen: AP
Wien Österreich Aids-Konferenz Nadeln
En servicios como el de Ganslwirt los drogadictos obtienen jeringas nuevas.Imagen: DW/Don Duncan

En el servicio de recambio de agujas en Ganslwirt, sexto distrito de Viena, los usuarios de heroína y otras drogas opiáceas de toda la ciudad vienen a dejar sus agujas usadas a cambio de otras limpias. "Es muy importante para mí poder cambiar las agujas aquí", dice Stefan de 20 años de edad. "De lo contrario tendría que usar las agujas de mis amigos, lo cual sería muy peligroso.

En los últimos 20 años, el intercambio de jeringas y tratamientos como la ‘terapia de sustitución de opiáceos' (OST) se han convertido en un punto central de la estrategia de muchos gobiernos occidentales para combatir la transmisión del VIH a través del uso de drogas intravenosas. Pero fuera de occidente, la situación es otra.

Reforma política necesaria

"En este momento, casi un tercio de todas las infecciones de VIH fuera de África subsahariana se debe al uso compartido de implementos para la inyección de drogas," explica el Dr. Don Des Jarlais, director del Instituto de Dependencia Química Barón Edmond de Rothchild en Nueva York, y añade "esto conduce a la transmisión sexual por parte de drogadictos hacia la población en general."

El Dr. Des Jarlais asiste a la conferencia global sobre el sida, que se celebra esta semana en Viena, para lanzar la Declaración de Viena. Se trata de un documento de dos páginas que el médico ha elaborado junto con otros 30 científicos del VIH y especialistas provenientes del mundo entero. En la declaración se apela a los gobiernos a reformar sus políticas de drogas, para que los drogadictos sean tratados como pacientes y no más como delincuentes. Según argumentan Des Jarlais y sus colegas, esto ayudará a los países occidentales a reducir aún más sus ya estabilizadas tasas de infección por VIH y permitirá a los Estados de Europa del Este, Rusia y Asia central poner un freno a la creciente epidemia de VIH entre consumidores de drogas.

SIDA en Europa del Este y Asia central

Se estima que en Rusia hay 1,6 millones de personas que consumen drogas por vía intravenosa. Según las Naciones Unidas, el 37% de ellas son VIH positivas. Este grupo conforma el 80% de los infectados en Rusia y este sombrío panorama se repite en toda Europa del Este y Asia central. Los redactores de la Declaración de Viena y otros expertos en VIH atribuyen estas cifras a las “leyes de drogas draconianas”, en vigor en la región.

"La gente tiene miedo de usar los servicios de salud. Tienen miedo de ir al hospital, porque no quieren ser expuestos a la amenaza de detención o abuso policial", dice Anya Sarang, presidenta de la Fundación para Salud y Justicia Social Andrey Ryklov, en Moscú. "En esta atmósfera de miedo, terror y riesgo será imposible alcanzar un nivel muy alto de actividad en el tratamiento del VIH o en programas de prevención," concluye Sarang.

AIDS in der Ukraine
En Ucrania una mujer HIV positiva es atendida por una enfermera.Imagen: AP

Pero, según los redactores de la Declaración, también la política de drogas vigente en occidente requiere de reformas. Gracias al éxito de programas de sustitución de drogas y a la substitución de jeringas, el problema de la infección por VIH a través de agujas compartidas fue prácticamente eliminado del debate sobre la epidemia. La Declaración de Viena también debe ser vista como un intento de reintroducir este tema en los países occidentales.

Medio millón de presos en EE.UU. por delitos de drogas

"En EE.UU. vive menos del 5% de la población del mundo, pero contamos con casi el 25% de la población encarcelada de todo el planeta", constata Ethan Nadelmann, activista por una reforma de la política de drogas en su país. "Hemos pasado de 50.000 presos por delitos relacionados con drogas en 1980 a medio millón actualmente. Este es un incremento de casi diez veces. En EE.UU. hay más personas encarceladas por violar una ley de drogas que en Europa occidental por éste y cualquier otro delito. Y Europa occidental tiene 100 millones de habitantes más que nosotros."

Técnicas y tratamientos tales como las salas de inyección supervisada y la prestación farmacéutica de heroína y morfina son métodos muy exitosos para acabar con la drogadicción y limitar la infección por VIH – como ha quedado demostrado en países como Suiza y Canadá. Sin embargo, estos métodos han sido sistemáticamente descartados como opción viable en otras partes del mundo, a menudo por motivos ideológicos.

Hacia un futuro sin drogas

De vuelta en Viena, Stefan dice que se siente afortunado de vivir en Austria. Hace casi tres años que es adicto a la heroína y sabe que liberarse de ello sería imposible – e incluso peligroso – si no fuera por lugares como el servicio de recambio de agujas en Ganslwirt.

"No quiero morir de esto", dice Stefan y agrega "mi hermano ya murió a causa de las drogas y yo fui tan estúpido de empezar a tomarlas. Quiero dejar de hacerlo y las instalaciones de este tipo me pueden ayudar mucho a encontrar una salida de esta situación. Debería haber instalaciones de este tipo en todos los países."

Autor: Don Duncan / Valeria Risi

Editora: Emilia Rojas-Sasse