Martin Schulz: ¿el futuro rival de Merkel?

Política alemana y Martin Schulz. Hasta ahora, ambos podían resumirse en una palabra: Würselen. Tal es el nombre de la ciudad de aproximadamente 38.000 habitantes, ubicada al norte de Aquisgrán. Ahí creció Martin Schulz, hoy de 62 años. Y ahí vive él aún. Schulz fue durante once años, de 1987 a 1998, alcalde de Würselen. En esa localidad dirigió junto con su hermana una librería.

Por lo demás, a Martin Schulz se le conoce como político europeo: diputado en el Parlamento Euopeo, líder de la fracción socialdemócrata alemana en dicho congreso, y luego, dirigente de los socialdemócratas europeos. Como candidato de dicha agrupación, fue elegido presidente del Parlamento Europeo en 2014. Dentro de la política nacional de su país, Schulz es aún una figura en ciernes.

Un joven disipado

En Würselen, Schulz vivió su etapa más difícil. Fue el quinto hijo de un policía, y durante su juventud padeció alcoholismo. No se le otorgó acceso a la educación superior y a mediados de los años setenta, cuando tenía 20 años, vivió el desempleo. Hoy, Schulz habla de manera abierta acerca de esa época de su vida: "Fui un calavera, y un estudiante algo desagradable", dice.

Pero incluso en esa época, Schulz ya era militante del SPD. Cuando fue elegido, a los 32 años, se convirtió en el alcalde más joven de toda Renania del Norte-Westfalia. Desde 1984 es miembro de la dirigencia del SPD en el distrito de Aquisgrán, y desde hace 20 años es líder de ese gremio. A nivel federal, el político pertenece a la dirigencia nacional del SPD desde 1999. Con 18 años en esa función, es "el miembro activo más longevo" de dicha dirigencia, como él mismo subraya con orgullo.

Energía que sorprende

Su carácter típico de Renania sale a relucir una y otra vez, y lo ha convertido en invitado frecuente a series de debate. Schulz no suele evadir la confrontación. Incluso a sus 62 años se muestra sorpresivamente fresco al participar en la discusión de temas de relevancia para Alemania.

Por ejemplo, hace unos días declaró en el Süddeutsche Zeitung que la justicia y la democracia están siendo puestas a prueba. "La democracia está amenazada por la incertidumbre. Cuando las personas sienten que cumplen su papel en la sociedad mientras que ésta no corresponde ni los respeta, se radicalizan. Cuando las personas no se sienten protegidas por la democracia buscan alternativas."

Schulz condena abiertamente el rampante populismo de derecha. "A menudo se me reprocha el ser demasiado impulsivo. Pero a los extremistas de derecha no se les hace frente con argumentos finamente cincelados. A veces a un gran tronco le corresponde una gran hacha."

Rusia, Estados Unidos e Israel

En Bruselas y Estrasburgo, sedes del Parlamento Europeo, Schulz ha demostrado que puede ir al fondo de temas que también lo posicionan como político en Alemania. Sobre Rusia y el presidente Vladímir Putin: "Lo que Rusia hace es totalmente inaceptable. Tras las agresivas acciones de Rusia se esconde un concepto de sociedad, una visión del mundo, que no tienen nada que ver con nuestra filosofía europea de mutuo respeto y apertura." 

Sobre la Unión Europea, a la cual aprecia tanto: "La UE se encuentra en un estado preocupante. Las fuerzas extremas ganan elecciones y referendos. Si ponemos en duda el núcleo del proyecto europeo, jugamos con nuestro futuro y el de la próxima generación."

Schulz se hizo famoso por su discurso de febrero de 2014 en el Parlamento de Israel, pronunciado en alemán, en el cual criticó abiertamente la política de asentamientos israelíes. Numerosos diputados abandonaron la sala de plenos, en señal de protesta.

Resultados de ensueño

Quizá es esa manera de hablar claro la que ha convertido a Schulz en un político popular. De acuerdo con encuestas recientes, entre los alemanes goza de tanta simpatía como la canciller Angela Merkel, y mucha más que el líder de la socialdemocracia alemana, Sigmar Gabriel. En las elecciones europeas de 2014, logró como candidato del SPD en Alemania un porcentaje de votos de 27,3, superando lo que Peer Steinbrück había conseguido un año antes como candidato socialdemócrata a canciller (25,7 por ciento).

También acapara simpatías en su partido: en septiembre de 2013 fue electo como encargado de asuntos europeos del SPD con 98 por ciento de los votos entre los delegados. Fue el mejor resultado ,y con mucho, en el nuevo comité nacional del SPD.