Mayoría silenciosa
19 de diciembre de 2006El País, de Madrid, de tendencia liberal, hace la siguiente reflexión: "Uno de los temas en el que no cabe esperar cambio alguno es la política encaminada a dotarse del arma atómica. Teherán está multiplicando el número de sus centrifugadoras para enriquecer uranio y llegar así hasta el final militar del ciclo, pese a que la Unión Europea emitió la semana pasada su más enérgica condena hasta la fecha, tras años de negociaciones infructuosas, acusando al régimen islamista de desestabilizar Oriente Medio mediante su programa nuclear, y pese a que el Consejo de Seguridad prepara una resolución de mínimos para sancionar el reiterado desprecio de los ayatolás por las decisiones de la ONU."
Democracia y teocracia
Desde Londres, el Financial Times, especializado en finanzas, opina así: "La democracia puede ser maravillosamente voluble, incluso en un entorno teocrático. Si no, que le pregunten a Mahmud Ahmadineschad, quien hace 18 meses se elevó de la alcaldía de Teherán a la presidencia, y quien ahora no pudo ganar ni en la capital ni en ninguna otra ciudad grande de su país en las elecciones locales. El hombre que con sus desplantes y su inflamada retórica se convirtió en el demonio de la prensa internacional ha sido castigado, y nada menos que por su propio pueblo. Y también por conservadores pragmáticos y por reformistas cuyos pies volvieron a pisar la tierra."
Mayoría silenciosa
El periódico liberal Standard, editado en Viena, afirma por el contrario que "las repercusiones prácticas que traerán consigo los resultados de las elecciones comunales serán prácticamente nulas para el gobierno de Mahmud Ahmadineschad. Pese a lo cual, los resultados tienen gran significado. La "mayoría silenciosa" aprovechó la oportunidad para poner de manifiesto que no está de acuerdo con el rumbo que ha tomado el presidente. Sus seguidores fueron castigados, aunque no se sabe a ciencia cierta por qué, y esto tampoco debería ser motivo para alimentar grandes ilusiones (por ejemplo, que el resultado electoral fue un voto de protesta contra la iracunda escenificación de una conferencia sobre el Holocausto). Luego de algunas dificultades iniciales, el mandatario ha logrado cambiar el color del Estado iraní, de un verde islamista a un rojo revolucionario. Sin embargo, permanece intacta la esperanza de que dejará el gobierno de la misma manera en que llegó a él: a través de las urnas."
"Triste payaso"
El diario francés La République des Pyrénées, de la ciudad de Tarbes, adopta un tono más cáustico: "Irán no puede ser reducida al triste payaso que hoy la gobierna. Los electores persas han otorgado evidencia de ello al propinar una derrota aniquilante a los seguidores de Ahmadineschad. Esto es señal de que los electores moderados de nuevo se han movilizado. Son los ciudadanos que de manera masiva boicotearon las elecciones pasadas porque estaban hartos de los escándalos de corrupción por parte del gobierno reformista - el cual, además, se vio incapaz de encontrar una solución a los profundos problemas sociales de Irán. Ahora parecen haber abierto los ojos acerca de su presidente."