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¿Medusa en lugar de pescado?

Irene Quaile / José Ospina-Valencia6 de septiembre de 2012

El calentamiento del Mar del Norte le podría cambiar el menú a los alemanes. Es probable que en su mar más importante, en el futuro, haya más medusas que peces.

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Pájaro pescador de ostras en las costas de Helgoland.
Pájaro pescador de ostras en las costas de Heligoland.Imagen: DW/I.Quaile-Kersken

Las especies exóticas están trastornando el ecosistema en torno a la más emblemática de las islas alemanas: Heligoland, en el Mar del Norte, revelan mediciones del Centro de Investigaciones Biológicas de la isla.

La temperatura de las aguas del Mar del Norte ha subido 1,7 grados durante los últimos años, dice Karen Wiltshire, directora del Centro de Investigaciones Biológicas de Helgoland.

Heligoland en pleno Mar del Norte.
Heligoland en pleno Mar del Norte.Imagen: DW/I.Quaile-Kersken

Los biólogos marinos de Heligoland han observado que especies dañinas que morían o emigraban en invierno ahora sobreviven, o se quedan durante los inviernos en las otrora gélidas aguas del Mar del Norte. Dichas especies destruyen los retoños de plantas marinas que, por ese motivo, no tienen tiempo para crecer, lo que modifica profundamente el equilibrio del ecosistema marino.

Vientos y corrientes marinas han cambiado de rumbo

Es cada vez más el agua fuertemente salada que fluye del océano Atlántico en el Mar del Norte. Los científicos observan igualmente que crece la inmigración de organismos que viven en aguas templadas.

“A través del Canal de la Mancha, ha irrumpido en el territorio del Mar del Norte todo un espectro de 60 especies foráneas de aguas calientes, entre ellas: medusas, cangrejos, peces y gusanos marinos”, dice el biólogo marino Heinz-Dieter Francke. La mayoría de los nuevos habitantes del Mar del Norte no han sido traídos por el hombre, sino que lo han hecho, por cuenta propia, siguiendo las aguas cada vez más calientes que los llevan hacia el norte.

Generalmente los biólogos no tienen nada en contra de la biodiversidad, pero las nuevas especies cambian el ecosistema porque actúan como intrusos y depredadores de las especies locales hasta extinguirlas, "como las medusas, que se comen todo lo que se les cruce, incluidos los huevos de los peces, y practican hasta el canibalismo”, explica Karen Wiltshire.

El efecto “bumerang”

Una vez destruida la cadena alimenticia, la próxima víctima es el hombre, porque los peces de los cuales se alimenta desaparecen de sus mares, como en el caso del bacalo en el Mar del Norte. Así, debido al ciclo biológico, el efecto regresa al hombre, que ha provocado el calentamiento global.

Medusas, bellas pero dañinas.
Medusas, bellas pero dañinas.Imagen: AP

El 70 por ciento de las costas alemanas ya han experimentado algún cambio en relación con el calentamiento global. El especialista en peces Philipp Fischer, director de la estación de observación del Instituto Alfred Wegener para Investigaciones Marinas, en Heligoland, advierte, por último, que “el calentamiento de los mares provocará también tormentas más fuertes y un ascenso del nivel del mar de los que hay que proteger a los habitantes de las zonas costeras”.

Autor: Irene Quaile / José Ospina-Valencia

Editora: Cristina Papaleo