Menos humo, menos infartos
14 de marzo de 2012En un ocho por ciento se redujeron los tratamientos por infarto en las clínicas alemanas, desde la introducción de las leyes antitabaco de 2007 y 2008. La atención a pacientes con angina de pecho –asociada con un elevado riesgo de futuros eventos cardiovasculares fatales– se redujo incluso en un 13 por ciento. Así lo demuestra la investigación de la aseguradora pública DAK, publicada en Clinical Research in Cardiology, revista científica internacional de la Sociedad Alemana de Cardiología.
En un diez por ciento se redujeron además los costos de tratamientos estacionarios por angina, los de la atención a infartados bajaron incluso en un 20 por ciento. Sólo la DAK –que con unos 6,6 millones de afiliados, es apenas la tercera mayor aseguradora en Alemania– se ahorró casi 2.000 tratamientos, con un valor total de cerca de 8 millones de euros. Casi 4 millones de actas hospitalarias de asegurados entre los años 2004 y 2008 fueron evaluadas en el que, según la DAK, representa el mayor estudio de su tipo hasta ahora en el mundo.
El equipo de investigadores reunido en torno al profesor James Sargent, de la Dartmouth Medical School de Lebanon (New Hampshire, Estados Unidos), y al doctor Reiner Hanewinkel, director del Instituto de Investigación de Terapias y Salud de Kiel (Alemania), analizó a un conjunto de asegurados con una edad promedio de 56 años, y dos tercios de ellos fueron mujeres. La incidencia de accidentes cardíacos se mantuvo estable en los primeros cuatro años observados y bajó considerablemente entre 2007 y 2008, aseguran los científicos.
Excepciones que hacen regla
Sobre todo los gastronómos, que tanto combatieron la medida por temor a perder clientes, deberían leer las conclusiones de esta investigación, comenta la prensa alemana. Los resultados son claros y coinciden con los de otros países. Apuntalan científicamente una discusión llevada hasta ahora por cauces bien emocionales y animan a endurecer las prohibiciones de fumar en espacios públicos.
La disminución del riesgo de infartos es un argumento de peso que ni siquiera los más encendidos opositores de las leyes antitabaco pueden ignorar. En otros países, con “prohibiciones de fumar sin excepciones”, los estudios científicos muestran reducciones de hasta el 17 por ciento del número de infartados (el doble del 8,6 por ciento registrado en Alemania), asegura el doctor Hanewinkel.
En Alemania, sin embargo, no se ha logrado aún el consenso en torno a una ley antitabaco que regule el tema en todas sus aristas y para todo el país. La ley federal de 2007 para la protección de los fumadores pasivos fija sobre todo la prohibición de fumar en todas instituciones estatales y en los servicios de transporte público, pero sólo mejora ligeramente la protección antitabaco en los puestos laborales. Tras la querella con los gastronómos ante el Tribunal Constitucional en 2008, muchos estados federados permiten amplias excepciones en este sector.
Libertad de fumador vs. salud de no fumador
Los jueces de Karlsruhe, encargados del control de la constitucionalidad de las leyes germanas, ratificaron la necesidad de proteger a la población contra riesgos de salud; pero protegieron asimismo a pequeños establecimientos gastronómicos de la obligación de separar un espacio para fumadores. Desde entonces, las legislaciones regionales se han relajado y permiten fumar en establecimientos con menos de 75 metros cuadrados –siempre y cuando el fumador sea mayor de 18 años.
Renania del Norte Westfalia, el estado más poblado de Alemania, muestra la magnitud del problema: en un 82 por ciento de sus locales se sigue fumando como antes, asegura un estudio del Centro Alemán para la Investigación del Cáncer (DKFZ). Por el contrario, en la sureña Baviera, los pobladores votaron en referéndum por poner coto a la libertad del fumador justo cuando ésta afecta la salud del no fumador: fumar está prohibido en los establecimientos gastronómicos bávaros, casi sin excepciones.
El bolsillo y la comparación internacional
Las ventajas económicas de las leyes antitabaco pudieran ser incluso mayores que lo calculado por este estudio de la DAK presentado en Berlín.”Más del 60 por ciento de los investigados fueron mujeres, entre las que se registra una menor incidencia de infartos que entre los hombres”, aclaró el co-autor Helmut Gohlke, de la Fundación Alemana del Corazón. Si se incluyesen más hombres y se calculasen además los costos de rehabilitación y licencias por enfermedad, las cifras serían más claras aún. A 20.000 euros ascienden, según Gohlke, las pérdidas en productividad laboral generadas por un infarto.
Estudios de países como EE.UU., Italia, Irlanda y Escocia, donde las prohibiciones son más duras y antiguas, confirman la reducción del riesgo de infarto. En Escocia, incluso, un estudio demostró recientemente la relación entre la prohibición de fumar y la reducción de nacimientos prematuros. En Alemania, los infartos cardíacos son la primera causa de muerte: según la Oficina de Estadísticas, 41 por ciento de los fallecidos en 2010 sufrieron un infarto.
Además, la DAK acompañó la presentación de su estudio con los resultados de una encuesta de la sociedad de investigaciones sociales Forsa: en toda Alemania, el 82 por ciento de los encuestados aprueba las leyes antitabaco, y hasta la mayoría de los fumadores (68 por ciento) considera más agradable el ambiente sin humo. Por si fuese poco, estudios anteriores confirman que las prohibiciones de fumar no han disminuido las ganancias en la gastronomía: en Baviera, el estado con las leyes más restrictivas, las ganancias incluso aumentaron. Ello llena de sentido el llamado del doctor Herbert Rebscher, presidente de la DAK, a endurecer y unificar finalmente las leyes antitabaco en Alemania.
Autora: Rosa Muñoz Lima (dpa, afp, ots)
Editora: Claudia Herrera Pahl