Merkel ante conversaciones difíciles
16 de octubre de 2017
El fracaso de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), en las elecciones regionales de Baja Sajonia, no es motivo de frustración para Angela Merkel. Ella dice entrar con "buen humor" en las negociaciones de coalición que empiezan este miércoles en Berlín. El hecho de que la CDU perdiera votos en Baja Sajonia y que los socialdemócratas del SPD lograran defender el primer lugar es, según Angela Merkel, un fenómeno puramente regional.
De todos modos, Merkel defiende su mandato de formar un gobierno a partir de las elecciones generales al Bundestag y niega que se haya debilitado su posición negociadora por los resultados en Baja Sajonia.
Escepticismo entre los posibles socios
Los representantes del partido liberal FDP y de los Verdes tienen el mismo objetivo, a pesar de que ambos perdieron votos en las últimas elecciones de Baja Sajonia. El FDP, al igual que la CDU, perdió alí un 2,4 por ciento de los votos; los Verdes incluso perdieron el cinco por ciento.
Pero, a diferencia de sus posibles socios más pequeños, Merkel se encuentra bajo gran presión, ya que el SPD ha descartado la continuación de la gran coalición para regenerarse en la oposición después del resultado desastroso en las elecciones generales. "No empecemos trazando líneas rojas", advirtió Merkel. "Ya tendremos suficientes conflictos para resolver".
Presión desde Múnich
En Múnich se escucha la advertencia de que la CDU y su partido hermano de BAviera, la CSU, deben mantener una posición conservadora y centro derechista. "Hay que expresarlo con más ímpetu y también dejarlo bien claro en el programa de ambos partidos", sostiene el jefe de la CSU, Horst Seehofer. Y eso significa que la CSU hará todo lo posible para asegurar que la nueva coalición en Berlín tenga un programa marcadamente conservador.
Autora: Nina Werkhäuser (GG)