Merkel insta a no menospreciar el resultado de Copenhague
20 de diciembre de 2009Son pocos los responsables políticos mundiales que se atreven a pronunciar la palabra "fracaso" para valorar el resultado de la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático de Copenhague. Tampoco la canciller alemana, Angela Merkel.
En declaraciones publicadas por el diario "Bild am Sonntag", Merkel instó a "no desacreditar" los acuerdos alcanzados en la capital danesa. "Copenhague es un primer paso hacia un nuevo orden del clima mundial, no más, pero tampoco menos", subrayó la canciller germana.
Merkel, pues, opta por un ejercicio de optimismo en el que el vaso de los logros en la lucha contra el cambio climático aparece medio lleno en lugar de medio vacío. No se trata de obviar la evidente decepción que dejaron casi dos semanas de intensas negociaciones en Copenhague.
El documento surgido de la cumbre no establece compromisos vinculantes para la reducción de gases contaminantes. Algo que convierte en palabras huecas el objetivo recogido en el texto de limitar a un máximo de dos grados centígrados el aumento de la temperatura global.
"Sentimientos encontrados"
Hay que mirar hacia el futuro. Ése es el mensaje que quiere transmitir la canciller alemana. Trasladar el acuerdo de mínimos de Copenhague a compromisos vinculantes ya el año que viene.
Un proceso en el que Alemania pretende asumir una responsabilidad especial. No en vano, la ciudad alemana de Bonn acogerá, a mediados de 2010, una conferencia que podría resultar clave para definir avances en la lucha contra el cambio climático.
El optimismo de Merkel, sin embargo, no esconde la decepción que para su Gobierno supuso el desenlace de la cumbre danesa. "Quiero expresar con claridad que contemplo el resultado con sentimientos encontrados", afirmó la canciller.
Alemania mantiene su compromiso para reducir en un 40% las emisiones de dióxido de carbono en el horizonte de 2020 con respecto a los niveles de 1990. Una apuesta que precisa, claro está, de compromisos similares del resto de países industrializados y de las potencias emergentes.
Europa y los equilibrios de poder
Pero no sólo el papel de Alemania y su liderazgo en la lucha contra el calentamiento global quedó en entredicho en Copenhague. También el de la propia Unión Europea, incapaz de sumar a Estados Unidos y China a un documento que fijara compromisos vinculantes para la reducción de gases contaminantes.
Una realidad que, pese a que no agrade en el seno de la UE, no queda más remedio que aceptar. "Uno debe constatar que no todo el mundo comparte nuestra opinión", remarcó Merkel.
Cierto es que la UE es el único bloque que ya cuenta con leyes climáticas vinculantes. Sin embargo, de la capacidad de los socios europeos para implicar a los países emergentes y a Estados Unidos dependerá el éxito o el fracaso de la lucha contra el calentamiento global.
Avanzar de forma unilateral en la reducción de emisiones contaminantes supondría, para los países europeos, situar a sus respectivas economías en una situación de clara desventaja.
Autor: EV /dpa/reuters
Editor: Enrique López Magallón