Merkel responde preguntas del público sobre los refugiados
12 de septiembre de 2017La canciller alemana, Angela Merkel, instó este lunes (11.09.2017) a sus compatriotas a hacer frente al creciente racismo en el país. "Por favor, no se deje intimidar. Estamos en tiempos en los que nuevamente hace falta más coraje", dijo la mandataria a un joven alemán de origen iraní en un encuentro con ciudadanos emitido por la televisión pública a menos de dos semanas de las elecciones generales.
El estudiante de ingeniería de Múnich contó que era blanco de ofensas desde la llegada masiva de refugiados a Alemania en 2015 y 2016. "Hay gente que me pregunta a qué célula terrorista pertenezco o que quiere impedir que me suba al autobús por mi aspecto", relató el joven cuyos padres se instalaron hace 40 años en Alemania. Merkel llamó a los alemanes a no juzgar a la gente por el aspecto físico o dejarse llevar por estereotipos. "Eso de decir que los griegos son despilfarradores, los alemanes avaros y que los italianos en el sur no saben trabajar, ese es el problema del racismo", señaló la líder conservadora.
"Le aseguro que haré todo lo posible para que sigamos teniendo un clima abierto", dijo Merkel, favorita en las encuestas para encadenar un cuarto mandato. La violencia racista trepó con fuerza en Alemania desde la llegada de más de un millón de refugiados del Cercano Oriente y de África en los dos últimos años. En 2016 se contabilizaron más de 3.500 ataques a refugiados y hogares de acogida.
El descontento por la llegada masiva de migrantes dio alas al mismo tiempo a los populistas de derecha de Alternativa para Alemania (AfD), que con su discurso xenófobo y ultranacionalista ha visto subir su popularidad y podría convertirse en tercera fuerza en los comicios de septiembre. Merkel también defendió la decisión de abrir las puertas a quienes buscaban refugio de la guerra. "En 2015 tuvimos una emergencia humanitaria", sostuvo al ser preguntada por un alemán del este sobre qué tenía pensado hacer para evitar la "extranjerización" de Alemania en el futuro.
Atacar las causas de los flujos migratorios
"El error no fue recibir a la gente, sino que no vimos cómo estaban en los campos de refugiados en Jordania y el Líbano, viviendo con menos de un dólar por día", abundó. La jefa de gobierno aseguró que esta situación no se repetirá y explicó que Alemania está invirtiendo más en ayuda al desarrollo y en combatir las razones del éxodo en los países de origen. No mencionó, sin embargo, que su Gobierno reaccionó también a la ola de refugiados endureciendo meses más tarde las condiciones para otorgar asilo político y allanando el camino para agilizar las deportaciones de aquellos cuyas solicitudes hubieran sido rechazadas.
Al mismo tiempo se mostró satisfecha con la actitud mostrada por la mayoría de los alemanes, que se volcaron a ayudar a los solicitantes de asilo. "Creo que podemos estar orgullosos de ello". En dirección a su compatriota temeroso de los sirios en su región, que incluso fue abucheado por el resto del público ante lo que Merkel pidió calma, le aconsejó: "Tenga un corazón abierto hacia a esa gente a la que le va mucho, mucho peor que a nosotros".
No se pondrán cuotas al asilo político
También garantizó Merkel que no habrá cuota máxima de peticionarios de asilo, como lo demanda su aliado de la Unión Cristiano Social de Baviera, Horst Seehofer. "Mi postura sobre el tope (al número de refugiados) es conocida, no lo quiero. Se lo garantizo. Tampoco creo que se pueda llevar a la práctica", expresó. Seehofer, uno de los mayores críticos de la política de brazos abiertos de Merkel, ha insistido en que seguirá demandando que se limite la llegada de personas en busca de asilo también después de las elecciones.
Merkel resaltó que en Alemania pueden, gracias a la libertad de expresión, debatirse serenamente estas cuestiones, y aprovechó para criticar las pitadas por parte de ultraderechistas que está sufriendo en algunos de sus mítines.
Otras cuestiones
Sobre Turquía, Merkel volvió denunciar las detenciones de alemanes por motivos políticos en ese país y pidió a los tres millones de ciudadanos de origen turco que residen en Alemania que no se dejen influir. "Vemos cómo se aleja rápido de un Estado de derecho", advirtió para recordar que en el próximo Consejo Europeo se debatirá si suspender o romper las negociaciones de adhesión.
Varias de las preguntas se centraron en las pensiones y Merkel reiteró que "no hay planes para elevar" la edad de jubilación y garantizó la sostenibilidad del sistema, aunque también a los alemanes recomendó los planes de pensiones privados. Surgieron también en el debate las manipulaciones de la industria automovilística alemana, a quien Merkel pidió, a pesar de sus "fallos", "no poner en la picota", y también su rechazo al matrimonio homosexual.
LGC (dpa/EFE)