Metamorfosis bávara
15 de septiembre de 2011Balance intachable
El equipo de Múnich debutó al máximo nivel internacional en la Champions League, frente al Villarreal, En el estadio El Madrigal, donde los españoles nunca habían perdido un partido en esta competencia, el Bayern apabulló al rival, algo que esta temporada –con excepción del debut en la Bundesliga cuando cayó 0-1 en casa ante el Mönchengladbach- ha hecho con todos los equipos que le han enfrentado.
El balance del Bayern es formidable a esta altura del año futbolístico: de 9 partidos oficiales (5 en la Bundesliga, 1 en la Copa Alemana, 2 en la fase de clasificación a la Champions League y 1 en la fase de grupo del prestigioso torneo) ha ganado 8; 4 de ellos por diferencia de 3 goles o más, y desde hace 7 partidos conserva invicto su arco.
Aquí les explicamos las principales razones de la metamorfosis del Bayern Múnich, un equipo que el año pasado sufrió mucho para alcanzar el tercer puesto de la Bundesliga y hoy no sólo se impone en el torneo local sino que internacionalmente dejó claro, tras el partido contra Villarreal, que es candidato serio a disputar la final de la Champions League que en el 2012 se jugará en su estadio, el Allianz Arena.
Actitud defensiva
Para el club muniqués los 54 goles en contra encajados en la temporada pasada fueron demasiados. El número de anotaciones permitidas fue alto y las directivas tenían que hacer algo para remediar el problema.
Ello se hizo: en la línea posterior se invirtieron 41 millones de euro con la compra del arquero Manuel Neuer, el lateral derecho Rafinha y el central Jerome Boateng. Pero quizás lo más importante es el cambio de actitud introducido por el entrenador Jupp Heynckes, para quien defender es tarea de todo el equipo.
Así, cuando el Bayern es atacado, recibe al contrario con por lo menos 9 hombres por delante del balón; jugadores netamente ofensivos como el francés Franck Ribéry y el goleador Mario Gómez participan en la recuperación y la contención, y el balance es muy positivo: apenas un gol en contra se ha recibido.
Todos satisfechos
El ambiente colectivo en el Bayern es, por lo demás, tan positivo como no había sido en mucho tiempo. Todos y cada uno de los jugadores de una plantilla reducida casi al mínimo (24 jugadores) se sienten parte del grupo, necesitados e importantes para el equipo.
El sistema de rotación introducido por el entrenador Heynckes permite que los suplentes no se amarguen eternamente en el banco; ellos reciben su oportunidad de acumular minutos y si hoy juega uno, ello no descarta que mañana lo haga el otro. Además, futbolistas de la calidad del francés Franck Ribéry o el volante creativo Toni Kroos florecen de nuevo luego de haber recuperado la alegría de jugar como y donde más les gusta; ese reconocimiento a su talento lo pagan con un gran rendimiento y espíritu de sacrificio.
El hambre de más
Pero sin duda el cambio más grande en esta metamorfosis del Bayern es la convicción real de cada uno de los jugadores de que el equipo puede mejorar constantemente. Atrás quedaron las épocas en las que bastaba ser el mejor en comparación con el rival; bajo Jupp Heynckes, independientemente del resultado, se hace un análisis sincero sobre los errores cometidos, o las virtudes aún no explotadas.
Por eso no sorprende que al final de un partido como el jugado contra Villarreal en la Champions League, donde el dominio del Bayern fue absoluto, los jugadores reconozcan en diálogo con la prensa que se cometieron fallas, y que ellos fueron tema de la charla en el entretiempo. “Para los espectadores probablemente esos errores son imperceptibles, pero nosotros sabemos lo que podemos rendir, y nos dimos cuenta dónde no lo hicimos y lo que aún tenemos por hacer para conseguirlo” contó Toni Kroos.
¿Y si el Bayern ya arrolla a sus rivales, qué sucederá entonces cuando alcance ese nivel de mejoría del que habla?
Autor: Daniel Martínez
Editor: Emilia Rojas