Mick Jagger, estrella del festival de fotografía de Arlés
14 de julio de 2010El festival de fotografía, que dedica su 41 edición al líder de los Rolling Stones, es uno de más grandes del mundo en su género y está centrado en retratos. Se puede ver a Jagger como dandy y como sexsymbol, pero también como estrella de rock que envejece.
Las imágenes, que no forman parte de un glamour subcultural ni son fotos de fans, son retratos artísticos únicos de grandes fotógrafos como Peter Lindbergh, Annie Leibovitz y Karl Lagerfeld. La exposición se mueve entre la ambición y el cliché.
Mick Jagger es tal vez uno de los músicos más retratados. A lo largo de su 45 años de carrera se ha puesto delante del objetivo de los más prestigiosos fotógrafos del mundo y no solo por ser el cantante más famoso de los grupos de rock.
La fascinación de la figura andrógina
Jagger es fotogénico de pies a cabeza y su forma de posar es única: lo hace casi desnudo para David Montgomery, con aire satírico para Anton Corbijn, con un abrigo de pieles para Karl Lagerfeld y sencillamente guapo en una imagen de Cecil Beaton.
Para Beaton, conocido por sus retratos de aristócratas y famosos, la palabra belleza era la más importante del diccionario. La fascinación que ejercía sobre él la figura andrógina de Jagger la describió así: "Masculino y femenino, hermoso y feo, para mí será siempre la imagen de la pasión prohibida".
Los más de 70 retratos de la exposición son obra de 67 fotógrafos, pero cada uno expresa lo que convirtió al ídolo en un mito: esa sensualidad natural.
Y la exposición también muestra algo más: la historia y la evolución a lo largo de 40 años de arte del retrato. Las más de 70 instantáneas del músico se expondrán en la iglesia de los
Trinitarios. Un lugar más que simbólico para el cantante cuyo lema de vida fue sexo, drogas y rock'n'roll.
La exposición centrada en Jagger es uno de los platos ligeros de "Les Rencontres d'Arles", el nombre oficial del festival y sirve también de gancho para atraer a un público más amplio.
Estética, dolor y arte
Entre el programa de las exposiciones se podrán ver hasta el 19 de septiembre retratos sobre violencia, miseria, hambre y guerra. Así, el fotógrafo Paolo Woods, nacido en 1970 en Irán y criado en Italia, muestra en "Walk on my Eyes" retratos de Irán tras la polémica reelección del presidente Mahmud Ahmadineyad el año pasado.
Las imágenes muestran los muertos y heridos en las sangrientas manifestaciones en Irán, pero se pueden ver también instantáneas de la vida cotidiana familiar, en la que conviven tradición y modernidad.
A esta mezcla de reportajes y fotografía artística pertenecen también las exposiciones de Lea Golda Holterman. Bajo el título de "Orthodox Eros", la fotógrafa israelí refleja el diálogo entre la erótica y la religión.
Los retratos captan momentos íntimos, sensuales de jóvenes ortodoxos vestidos con ropa ligera.
De estética impresionante va también el trabajo del austriaco Ernst Haas. Sus imágenes exponen impresiones y reflexiones de una gran ciudad e igualan en perfección técnica y en fuerza expresiva a las naturalezas muertas de Cézanne. Haas figura entre los pioneros de la fotografía artística en color, incluso antes de William Eggleston y Stephen Shore.
La exposición tendrá lugar en el antiguo convento de Saint-Trophime. El edificio es un destacado ejemplo de arquitectura románica y uno de "salones" más impresionantes del festival anual de fotografía de Arles, que entre julio y septiembre se convierte en la meca de la fotografía artística y documental.
Autora: Sabine Glaubitz (dpa)
Editor: Pablo Kummetz