Ministro de Exteriores alemán lucha por su futuro político
6 de enero de 2011Guido Westerwelle, presidente del Partido Liberal de Alemania (FDP) y ministro de Exteriores en el Gobierno de la canciller Angela Merkel, pronunció este jueves (6.1.2010) un encendido discurso en el que reivindicó su capacidad de liderazgo, puesta en duda públicamente desde las propias filas de su partido. Atrás quedaron los años en que el tradicional congreso liberal del Día de los Reyes Magos culminaba con una nota de concordia: Westerwelle eligió el encuentro de Stuttgart, capital del Estado federado de Baden-Wurtemberg, para responder a las críticas que lo responsabilizan de la pérdida de popularidad del FDP.
Un tono combativo
Westerwelle, quien también es el vicecanciller de Alemania, tomó el podio durante una hora y, usando un tono en todo momento combativo, llamó a sus compañeros a cerrar filas y a concentrarse en los objetivos del FDP, socio menor en la coalición de Gobierno. Está por verse si sus referencias explícitas a los valores del partido –entre los que citó la valentía, la fuerza, el trabajo, la tolerancia y la apertura al mundo– y la alusión tácita al incremento en la popularidad de la izquierda logran reconciliarlo con sus críticos más severos, aunque sólo sea ante la inminencia de varios comicios regionales.
El político recalcó que el FDP es la alternativa que Alemania necesita para que "la minoría de izquierda no se convierta en mayoría" justo cuando están por celebrarse elecciones en siete de los 16 Estados federados; elecciones en las que, según las encuestas, los liberales pueden perder su lugar en los Parlamentos regionales. Westerwelle no se refirió a los sondeos en los que entre un cuatro y un seis por ciento de los alemanes dijo tener la intención de votar por los liberales; eso habría equivalido a poner el dedo en la llaga, considerando que muchos de sus colegas lo culpan por la histórica caída de popularidad del partido.
La base exige que el partido se reoriente
El encuentro de Reyes Magos representa para los liberales el inicio del año político. De ahí que, en los últimos lustros, nunca se haya celebrado entre tantas discusiones y voces de protesta. La crisis es seria y la base del FDP ha exigido la reorientación del partido que, entre otras promesas electorales, no cumplió la de bajar los impuestos a nivel nacional; ese fue otro punto que Westerwelle omitió. "La demoscopia no es la medida de nuestra opinión", señaló el político. "Nosotros tenemos el coraje de hacer lo que creemos que está bien, aunque no se nos felicite por ello cada día", añadió.
En su opinión, "Alemania va mejor ahora, que en el momento de las elecciones generales" de finales de 2009, cuando el FDP alcanzó una de sus máximas victorias políticas. Y en su esperado discurso, Westerwelle hizo hincapié en que "quien quiera gobernar, tiene que estar dispuesto a hacer frente a la resistencia", dejando claro que prefiere "un encuentro de Reyes Magos difícil en el que a Alemania le vaya bien, a uno fácil en el que Alemania marche mal".
Autor: Evan Romero-Castillo / dpa
Editora: Emilia Rojas Sasse