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Sderot y Gaza son dos ciudades vecinas, separadas por un muro y varios cientos de metros. Los habitantes a ambos lados se odian mutuamente. Sus gobiernos solo interactúan mediante bombas y guerras. Pero algunos tratan de cambiar el discurso estrechando lazos de amistad. No son amistades normales, porque viven en constante peligro de muerte. Perdieron propiedades y familiares. Pero en lugar de optar por el odio, prefirieron el amor; en lugar del derramamiento de sangre, la amistad. Al contrario que la mayor parte de sus amigos, ellos apenas se encuentran porque sus gobiernos lo prohíben. Se comunican por teléfono y por redes sociales, y organizan actos y mítines en Sderot y Gaza, arriesgando en muchas ocasiones su propia vida.