Misión de la UE en Caracas, entre críticas y esperanzas
30 de septiembre de 2020Aunque la misión diplomática europea que está esta semana en Venezuela no difiere de misiones anteriores, esta visita ha levantado olas. Una de las acusaciones, provenientes principalmente de la Eurocámara y de España, es que esta visita un intento de "blanquear” al régimen de Maduro. Otra, que se trata de una misión secreta. Las voces críticas europeas hablan de que se quiere insuflar oxígeno a un gobierno sobre el que pesa un grave informe de la ONU sobre violaciones a los derechos humanos. Desde Washington también se escuchan quejas: la UE querría saltarse, a sus espaldas, el "cerco” que han ido creando en torno al régimen de Nicolás Maduro.
La versión oficial es muy diferente: el objetivo es "promover las condiciones democráticas necesarias para las elecciones legislativas fijadas para el 6 de diciembre de 2020”. ¿Una misión secreta? No, ha sido con mandato del Grupo Internacional de Contacto -formado por la UE, Francia, Alemania, Holanda, Portugal, España, Suecia, Reino Unido, Costa Rica, Uruguay, Ecuador y, últimamente, Argentina- y con el visto bueno del Consejo de Ministros de Exteriores es de la UE.
Lo diferente no es la misión de la UE en Caracas, es el momento
Entonces, ¿qué es ahora distinto? La cercanía de las elecciones legislativas, previstas para diciembre de 2020. También la actual negativa por parte de Bruselas de enviar una misión de observación electoral por carecer de condiciones mínimas. Todo esto con el eco que en el espectro político europeo tiene la negativa de ciertos sectores de la oposición venezolana de participar en nada que venga del chavismo.
"Pero la realidad dura e innegable, hoy en día, es que el gobierno de Nicolás Maduro ha sobrevivido la ofensiva de la oposición con sus múltiples aliados internacionales. Que se ha atrincherado en el poder aun bajo un régimen de sanciones y el fuerte aislamiento internacional”, dice a DW Ivan Briscoe, director para las Américas del think tank Crisis Group. No obstante, las consecuencias que llevan sobre sus espaldas los 30 millones de venezolanos en el país y los cinco que han emigrado son, según el analista, lo que debe pesar en esta hora.
En esa medida y sin subestimar la gravedad de los delitos que detalla el último informe de la ONU, "cualquier intento de buscar una salida para este atolladero es fundamentalmente bienvenido”, subraya Briscoe, que lleva más de dos décadas enfocado en la política latinoamericana, tanto desde Europa como desde América Latina.
En ese mismo sentido explica sus acciones el Alto Representante de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell: aunque Europa no reconozca a Maduro como un dirigente legítimo, si hay alguna posibilidad de aportar a que se den unas elecciones legislativas que serían un abrir camino a otros comicios, el diplomático europeo aboga por utilizarla.
¿Europa prodiga "balas de oxígeno" al régimen de Caracas?
Cabe recordar que voces de la oposición más radical al régimen de Caracas siempre criticaron la creación, a comienzos del 2019, del Grupo de Contacto Internacional-a instancia de la UE y de España, cuando Josep Borrell era ministro de Exteriores.
Que el grupo no se hubiera diluido a los tres meses -como estaba previsto si no había avances- nutrió aún más la voluntad de verlo como "una bala de oxígeno” para el régimen de Caracas. Como fuere, cabe recordar que a otros conflictos internacionales este tipo de instancias ha prestado buenos servicios.
Por otro lado, así los críticos, la postergación de las elecciones que busca la UE -para poder enviar su Misión de Observación Electoral, que requiere entre cinco y seis meses de preparación- sólo aplazaría el momento de conocer el fraude. El analista de Crisis Group difiere: "Postergar las elecciones no es un mero cambio de fecha. El propósito es dejar la posibilidad de montar una misión de observación electoral que estaría presente en el país apoyando las reformas electorales necesarias para crear condiciones justas y libres para unos comicios que podrían ser la base de un cambio”.
¿Existe alternativa a la búsqueda de elecciones libres en Venezuela?
¿Cuál sería la alternativa? "La teoría de Estados Unidos y sus aliados en América Latina es que, con más presión, veremos la fractura del régimen. Pero a pesar de algunos indicios de disenso el año anterior, observamos que las sanciones y las medidas internacionales han fortalecido la cohesión del gobierno y su empeño de eternizarse en el poder. Los afectados son los venezolanos golpeados aún más por el COVID”, afirma Briscoe.
En cualquier caso, así la información oficial, la reducida misión presente en este momento en Venezuela, busca, por un lado, dejar claro que las condiciones actuales no son suficientes para el acompañamiento europeo de la cita de diciembre. Por otro, tocando a todas las puertas, procura captar la posibilidad de alguna vía democrática, por pequeña que sea.
"No se puede llamar a eso "blanqueo” del régimen”, comenta Briscoe. "La UE está buscando algún nivel de pragmatismo y racionalidad en los dos lados para buscar las bases de un proceso de negociación. En la situación actual que tiene Venezuela no se puede decir que sea un paso equivocado”, concluye.
(cp)