Misterioso Monet
4 de febrero de 2011Götz Czymmek es un hombre paciente. Durante más de dos décadas ha guardado un secreto que cualquier amante del arte estaría deseando contar. En 1991, este curador del Museo Wallraf Richartz de Colonia recibió la llamada de una anciana que le aseguró tener un Monet original y bien conservado guardado en una caja de cartón en el sótano de su casa. El museo podía quedárselo, le aseguró la mujer, pero con dos condiciones: que la donante permaneciera en el anonimato y que la obra fuera expuesta sólo después de su muerte.
Fallecida la propietaria, el Monet puede contemplarse y Czymmek contar la extraña historia de cómo llegó a sus manos.
“Aún sigo viva”
“Al principio, no me tomé muy en serio lo que me decía la señora. Pensé que seguramente lo único que quería era que le confirmarse si el cuadro era original o no, algo que sucede a menudo”, recuerda Czymmek. Pero el curador siguió sus instrucciones y fue a casa de la mujer para echarle un vistazo a la pintura.
“Me fascinó al instante”, asegura, “y ella seguía insistiendo en que me lo llevara, a ser posible inmediatamente, no quería tenerlo en su casa. Y así fue como volví a Colonia con un Monet en el asiento trasero del coche”.
De ahí, el cuadro pasó a estar oculto en el fondo del museo durante largos 20 años. Czymmek nunca volvió a ver a la anciana. El único contacto entre ambos era un mensaje anual que, por lo general, solía decir escuetamente “aún sigo viva”.
La Luna de Vétheuil
Las donaciones son frecuentes, explica Czymmek. Pero ésta es única. “Muchas veces, las obras nos llegan porque no son vendibles y con frecuencia están muy deterioradas”, dice el curador. No es el caso de Luna de primavera en Vétheuil, que se encuentra en buen estado y ha sido identificado como un cuadro auténtico pintado por Monet en 1880.
Vétheuil fue un lugar importante en la vida del francés. Allí murió su esposa en 1879, y allí conoció a su segunda mujer, Alice. La época representa además un punto de inflexión en lo profesional: en 1880 expuso por primera vez en solitario, después de haberse negado a participar en la quinta muestra impresionista, con lo que iniciaba el distanciamiento de los impresionistas de su época.
¿Un robo nazi?
No todos le dan tanta relevancia al cuadro. “El descubrimiento de un Monet siempre es algo destacado”, opina Mario von Lüttichau, curador de las colecciones del siglo XIX y XX en el Museo Folkwang de Essen, “pero este paisaje no es una obra especialmente destacada que historiadores del arte hayan estado buscando”.
Nadie parece haber estado buscando Luna de primavera en Vétheuil. Y su origen sigue siendo un misterio. Lo que Czymmek sabe de su nuevo y viejo Monet es que la mujer que se lo entregó le dijo tenerlo desde 1940. Dónde pasó la obra la época anterior y los primeros años del dominio nacionalsocialista se desconoce.
“La posibilidad de que sea una pintura robada por los nazis durante la II Guerra Mundial no la podemos descartar”, reconoce Czymmek, “pero hasta el momento nadie la ha reclamado”.
Autor: Sasha Pavey/ klb/ Luna Bolívar
Editor: Enrique López Magallón