Mostar: las cicatrices de la guerra
El puente de Mostar fue destruido por las fuerzas armadas de los croatas bosnios. En la actualidad, está de nuevo en pie, al igual que las mezquitas y las calles en la ciudad en Bosnia-Herzegovina.
Símbolo de la destrucción
Las fuerzas armadas de los croatas bosnios destruyeron el 9 de noviembre de 1993 el emblemático puente de piedra de Mostar, del siglo XVI. Mostar fue entoces la capital más reñida de la "República Croata de Herzeg-Bosnia", en Bosnia-Herzegovina (oficialmente, Bosnia y Herzegovina).
Reconstrucción y paz
Después de la guerra, se construyó el puente, copiando con exactitud el antiguo y gracias a muchos años de cooperación internacional. Es el primer tesoro del Patrimonio Mundial de la UNESCO, en el que no solo se conserva un monumento sino que se reconstruye uno destruido, teniendo en cuenta el original. Se inauguró en 2004.
Una ciudad dividida
En la Guerra de Bosnia, la mezquita de Sokollu Mehmet Pasha también sufrió muchos desperfectos. La ciudad estaba dividida: en el oeste vivían los croatas católicos y en el este, los musulmanes bosnios.
Templo musulmán con nuevo esplendor
En la actualidad, la mezquita reconstruida de Mehmet Pasha es una de las atracciones turísticas de la ciudad. La división de la ciudad ya no existe. Pero es un hecho que los croatas siguen viviendo sobre todo en el oeste y los bosnios, en el este.
Desolación y miedo
El asedio de Mostar duró nueve meses. Miles de musulmanes bosnios fueron expulsados de sus casas. Los dirigentes de la proclamada entidad "República Croata Herzeg-Bosnia" querían una fusión con los croatas.
Huellas del pasado
El casco antiguo de Mostar se reconstruyó. Sin embargo, en algunos edificios se pueden apreciar aún los agujeros que dejó la munición. En la actualidad, las tres etnias del país están representadas en la presidencia de la República Bosnia y Herzegovina: bosnios, serbios y croatas.