Muerte de Osama Bin Laden: al alivio sigue la alerta
2 de mayo de 2011Como una “buena noticia para todas las personas del mundo amantes de la paz y la libertad” calificó el ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, la muerte del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, “uno de los terroristas más brutales del mundo”. "El ejército estadounidense ha logrado dar un golpe decisivo a Al Qaeda", manifestó aliviada la canciller Ángela Merkel a través de su portavoz, Steffen Seibert.
En Estados Unidos, el Gobierno, los medios de comunicación y manifestantes espontáneos se congratularon públicamente por la muerte de quien es considerado el máximo responsable por los atentados del 11 de septiembre de 2001.
La noticia fue celebrada también por la Unión Europea y los gobiernos de Afganistán y Pakistán. Pero al alivio le siguen la preocupación y la alerta: ¿Será el mundo un lugar más seguro sin el líder de Al Qaeda?
“Castigado por sus actos”
El Ejecutivo de Berlín aseveró que Bin Laden intentó hacer ver al mundo que actuaba en nombre del Islam, mientras se burló tanto de los valores de otras religiones como de los de su propia fe. "Por encargo suyo y en su nombre se llevó el terrorismo a muchos países. Un terrorismo contra hombres, mujeres, cristianos y musulmanes", insistió el portavoz de Ángela Merkel.
La Unión Europea (UE) aseguró que el mundo es “un lugar más seguro” tras la muerte de Bin Laden a manos de un comando estadounidense, en una operación apoyada por las fuerzas de seguridad paquistaníes en Abbottabad, a unos 60 kilómetros de Islamabad. Mensajes similares emitieron el Gobierno ruso, el británico y hasta la popular organización de los Hermanos Musulmanes en Egipto.
El secretario de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, felicitó a Estados Unidos: "Es un éxito significativo para la seguridad de los países de la OTAN y de todos los Estados que se sumaron a nuestros esfuerzos por combatir el flagelo del terrorismo internacional", dijo Rasmussen en Bruselas.
“Es un gran golpe a las organizaciones terroristas en todo el mundo”, dijo la portavoz del ministerio paquistaní de Exteriores, Tehmina Janjua. La funcionaria reiteró la resolución de Pakistán de combatir el terrorismo junto a la comunidad internacional, mientras recordaba que casi 30.000 civiles y más de 5.000 efectivos de seguridad paquistaníes perecieron como consecuencia de la actividad de Al Qaeda en los últimos años.
Asimismo, el presidente afgano, Hamid Karzai, calificó la muerte de Bin Laden como una “condena por sus actos” e instó a los islamistas talibanes de su país a aprender la lección y comprometerse con el proceso de paz y reconciliación nacional. Al mimo tiempo, Karzai renovó sus exigencias a la OTAN para que se concentren en combatir el terrorismo en Pakistán –donde fue hallado Bin Laden– y se moderen en Afganistán.
¿Es el mundo ahora más seguro?
Pero la muerte de Bin Laden no pone “punto y final” al terrorismo internacional, advirtieron tanto el Gobierno estadounidense como el de Berlín, entre otros. Aunque hasta el momento no se identifican riesgos concretos, la red de células terroristas, fortalecida y descentralizada en los últimos diez años –como demuestra la reciente detención de una presunta célula en Alemania– puede verse debilitada pero no desaparecerá ipso facto con su líder.
En un comunicado conjunto, el presidente del Consejo de la UE, Herman Van Rompuy, y el de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, aseguran el apoyo a EE.UU. y a “nuestros aliados internacionales y amigos en el mundo musulmán” para continuar combatiendo al terrorismo. Varios gobiernos occidentales advierten, sobre todo a los ciudadanos que prevean viajar al extranjero, para que incrementen sus medidas de precaución.
Con el conocido grito de campaña de Barack Obama, “Yes we can” –sí, podemos–, recibió la multitud la noticia. “Hoy puedo anunciar que Estados Unidos mató a Osama bin Laden”, comunicó el presidente a su nación, mientras recordaba que no se trata de una guerra contra el Islam, pues Bin Laden “no fue un líder musulmán”, sino “un asesino de masas” de personas, incluidos los musulmanes.
Tras meses de frustraciones políticas y a pesar de los múltiples problemas que complican el panorama interno estadounidense –especialmente en el ámbito económico– Obama y sus partidarios entonan nuevamente el lema que lo llevó a la Casa Blanca. Ésta es, a diferencia de la reforma migratoria y otros complejos temas, una promesa cumplida que puede impulsar su reelección.
Autora: Rosa Muñoz Lima (dpa, afp)
Editor: Enrique López Magallón