Un empresario legendario
28 de julio de 2010
Proceder, procedían de una familia humilde. Pero un día de 1946 los hermanos Albrecht se hicieron cargo del pequeño comercio que regentaba su madre, y lo convertieron en la mayor cadena de supermercados de bajo precio de Alemania. El concepto del éxito era sencillo: ofrecer al público germano- de por sí poco dispuesto a gastar en víveres- comida y otros productos por poco dinero.
En 1960 ya existían sobre suelo alemán 300 Albrechts Discount. Un año después, Karl y Theo decidieron cambiarle el nombre a la compañía por sus siglas, Aldi. El negocio siguió creciendo, y los hermanos amasando fortuna. Cuando Theo Albrecht murió este sábado (24.7.2010) a los 88 años en su Essen natal, lo hizo siendo uno de los hombres más ricos del mundo.
El hecho de que el anuncio del fallecimiento se haya hecho cuatro días después no ha extrañado a nadie: los medios germanos están acostumbrados a la discreción de la familia. Las tiendas del mayor de los Albrecht han sido informadas este miércoles del deceso de su propietario, al tiempo que la noticia se extendía por todo el país.
Los hombres más ricos de Alemania
En 1961, los hermanos Albrecht decidieron dividir su floreciente empresa en dos partes: Aldi Nord, controlada por Theo, se dedicaría a atender exclusivamente las necesidades del mercado germano del norte y Aldi Süd, conducida por Karl, las del mercado del sur. Dividida geográficamente se erigió Aldi en la primera cadena tiendas de descuento de Alemania y, aún hoy día, pese a la competencia que sostiene con otros gigantes como Lidl y Netto, sigue siendo la número uno.
Se puede decir que el credo de los Albrecht –“la mejor calidad al mejor precio”– los ha favorecido durante el último medio siglo. Hasta la muerte de Theo, cada uno de ellos poseía una fortuna valorada en 16.000 millones de euros; eso los colocó en el primer lugar del más reciente ranking de los poderosos de la revista empresarial Manager, aunque otras publicaciones especializadas han registrado diferencias entre sus respectivos patrimonios.
La célebre Forbes estimaba hace poco que, con 23.500 millones de euros en sus arcas, Karl era el hombre más rico de Alemania, mientras que Theo ocupaba el tercer lugar de la lista con 16.700 millones de euros en su haber, por detrás de Michael Otto, otro exitoso comerciante alemán que se hizo rico con la venta de artículos por catálogo.
A escala mundial, la misma revista ubicaba a Karl en el sexto lugar entre las personas más afluentes del planeta, un peldaño por debajo del fundador de Ikea, Ingvar Kamprad, y a Theo en el noveno, por debajo del magnate del acero indio Lakshmi Mittal.
Tras el secuestro, discreción absoluta
Es poco lo que se sabe de los hermanos; las fotos escasean –las últimas fueron tomadas en la década de los ochenta, en contra de su voluntad– porque ninguno de los dos era amigo de mostrarse en la esfera pública. Muchos sospechan que el recelo se exacerbó después del secuestro del que fue víctima Theo Albrecht. El semanario alemán Der Spiegel describe cómo, en 1971, Theo fue el prisionero de dos delincuentes durante 17 días; sus raptores sólo lo dejaron libre después de que la familia Albrecht desembolsara siete millones de marcos alemanes, entonces un récord en lo que al pago de rescates se refiere.
En este momento hay 8.000 filiales de Aldi en todo el mundo, repartidas desde Estados Unidos hasta Australia, pasando por Suiza y el este de Europa. Y en todos lados se aplicó el mismo paradigma que emplearon en Alemania: por la mitad de cada país en donde abrieron cadenas, los hermanos trazaron una línea imaginaria –sus competidores la llaman irónicamente “el ecuador de Aldi”– que le concede el norte a Theo y el sur a Karl.
Todo seguirá igual
"Aldi está de luto por un hombre que frente a sus empleados y sus socios siempre mantuvo una conducta de profunda modestia y respeto", reza parte del comunicado emitido por sus entrañables. Sin embargo, la desaparición física del visionario empresario de Essen no parece suponer un problema para Aldi Nord: la compañía ha dejado claro que nada va a cambiar en el concepto de negocios hasta ahora vigente.
Autor: Henrik Böhme / Evan Romero-Castillo / dpa
Editora: Luna Bolívar Manaut