Museo de la RDA abrió puertas en Berlín
18 de julio de 2006
Hace 16 años dejó de existir la autodenominada República Democrática Alemana, también conocida por sus siglas RDA, en castellano y DDR en alemán. Desde 1989 ha habido innumerables exposiciones sobre el Muro de Berlín, en todo su abominable historial y sobre la Cortina de Hierro que dividía a la Alemania del Este y el oeste. Ningún evento empero, se ha dedicado exclusivamente a la vida diaria, al vivir y crecer en la Dictadura del Proletariado, con todas sus facetas.
Este vacío lo busca llenar el Museo de la RDA o mejor el DDR Museum Berlin. Las diferencias entre el oriente y el occidente aún son palpables: Prefiere usted un trabante o mejor un Volkswagen? Sabe usted acaso qué es un MuFuTi? Si lo sabe, muy seguramente usted tuvo algo con la RDA, pues pocos saben que una mesa multifuncional era llamada así en Berlín, Leipzig o Chemnitz.
Un pedazo de la RDA
A dieciséis años de la desaparición de la RDA el interés por su cotidianeidad sigue vivo. En la televisión ha habido incluso programas que resaltan las diferencias, además de haberse rodado incluso películas, como NVA que cuenta la vida en las filas del ejército socialista.
Objetivo en los hechos, subjetivo en la manera de ver las cosas, es uno de los lemas del Museo de la RDA que abrió sus puertas este 15 de julio en la central CityQuartier DomAquarée. Allí se puede "vivir" un pedazo de la RDA de carne y huesos, la de detrás de todo el escenario bélico de amenazas y venganzas de políticos y militares de los bloques comunista y capitalista.
Pero ¿cuál es la sensación de ser escuchado las 24 horas por las autoridades? , ¿Qué tan agradables eran los apartamentos de plataformas prefabricadas de hormigón y cemento? ¿Qué se siente conducir un Trabi?, aquel auto de cartón y plástico, orgullo de la tecnología automotriz de los gobiernos de Ulbricht y Honecker.
Tristes pero importantes monumentos históricos
Éstas y otras interrogantes pueden ser respondidas en el Museo de la RDA en Berlín. Por lo demás, "sin caer en falsas nostalgias" que quieran hacer resucitar la dictadura que de todos modos fue la RDA. En efecto, esta institución se une a la exposición del Muro de Berlín y los crímenes allí cometidos y a las cárceles de las Fuerzas de Seguridad, STASI, que hoy son testigos mudos de las injusticias cometidas.
Según Stefan Wolle, director del Museo de la RDA, "el objetivo del museo es conservar una parte de la historia cultural del país y transmitirla a las nuevas generaciones. Así que la invitación está extendida a todos los que quieran informarse de primera mano, ampliar sus conocimientos o, eventualmente, corregir prejuicios.
Los objetos no son expuestos en vitrinas, como en un museo convencional. Allí hay que hacer uso de los sentidos, la vista, el tacto y el oído. Interactiva en todo el sentido de la palabra es pues la exposición dividida en 16 aspectos de la vida diaria. La vivienda, el trabajo, el ocio, las vacaciones, la moda y la cultura son apenas algunos de ellos.