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"Más vale emigrar que votar"

Tarek Guizani (desde Túnez) (JAG / ELM) 24 de octubre de 2014

Más de tres años después de la caída del dictador Ben Ali, Túnez elegirá un nuevo Parlamento. Un paso democrático que interesa poco a los jóvenes. Muchos se sienten traicionados por la revolución.

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Wahlen in Tunesien
Imagen: Sarah Mersh

¿Seguro que habrá elecciones? Aparte de un par de carteles, en el depauperado barrio de Tadamun (solidaridad) de Túnez nada indica que vayan a celebrarse las elecciones de la “Revolución Jazmín”. En vez de interesarse por partidos o sus programas, tienen otras preocupaciones. “No iré a votar”, dice Mohammed Al-Omuri, joven de 27 años y en paro desde hace once:.“No me interesan las elecciones”, continúa, “dejare el país en cuanto pueda porque lo que necesito es dinero”.

El sueño italiano

Justo enfrente, al otro lado del mar, Italia es el país de sus sueños. Pero para gente como Mohammed es difícil llegar y muchas veces solo es posible a través de vías ilegales. Europa no busca inmigrantes parados, pero Mohammed hará todo lo posible pera escapar de Túnez, al igual que muchos de los jóvenes de Tadamun, uno de los barrios más deprimidos de la capital tunecina.

Además, Mohammed no solo está parado sino que también estuvo condenado varios años en prisión por atraco. Desde allí vivió la revolución de 2011 y la caída del dictador Ben Ali, hasta que en 2014 salió a la calle. “Cuando estaba en prisión era un gran seguidor de la revolución”, recuerda, “pero cuando salí, me di cuenta de que nada había cambiado. Tampoco en nuestro barrio. El pueblo sufre y las fuerzas de seguridad tratan a los jóvenes como delincuentes en vez de como revolucionarios”.

Jóvenes tunecinos en paro.
Jóvenes tunecinos en paro.Imagen: DW/G. Tarak

Las elecciones parlamentarias del 26 de octubres, calificadas como un hito para la transición por muchos políticos, tampoco interesan a Abdel Kader. También él busca empleo desde hace tiempo y hasta ahora, no recibió ninguna respuesta afirmativa. Abdel Kader abandonó la escuela con 15 años y, desde entonces, trabaja esporádicamente para mantenerse. Le frustra especialmente que las oportunidades laborales hayan empeorado tras la Primavera Árabe y se siente abandonado por sus gobernantes: “Aquí hay mucha gente que sufre de pobreza y hambre, pero ¿qué ha cambiado tras la revolución? ¡Nada! Los políticos abandonaron la revolución y ahora solo se trata de cambiar de cargo”.

En lugar de ir a votar, preferiría abandonar Túnez y emigrar a Europa cuanto antes aunque fuese de ilegal: “Es mejor afrontar ese peligro que permanecer aquí toda la vida como un prisionero”, aclara en una entrevista con el programa árabe de DW. Pero también sabe que conlleva riesgos. A menudo, escuchan en el barrio historias de jóvenes que marcharon a Europa en pequeños botes atiborrados y fallecieron en el intento.

Alto índice de paro

Según las estadísticas oficiales, el paro juvenil de Túnez se sitúa en torno al 16%. Sin embargo, parece que la cifra es más alta y en algunas zonas del país se alcanza incluso el 40%. Entre ellos, muchos jóvenes con estudios e incluso títulos universitarios. Muchos de los jóvenes que participaron en la revolución de 2011, se sintieron después engañados por el complicado proceso político provocado. Por ejemplo, Abdel Kader no quiere ir a elegir, pero piensa en protestas pacíficas y acciones de desobediencia civil. Siempre y cuando no consiga antes llegar como ilegal al otro lado del mar.

Los jóvenes son el grupo más marginado de Túnez, cree el analista político Al Jama'i Al Qasemi. “Su desinterés por la campaña y que no quieran siquiera inscribirse en el censo para votar muestra que no tienen ninguna confianza en los políticos ni en el proceso democrático”. "Los partidos cometieron el error de mantener a los jóvenes lejos de los centros de poder y no permitirles participar en al vida pública”, continúa el experto: “Eso provoca decepción y frustración”.