Más vale tarde que nunca
15 de agosto de 2006El diario conservador danés Berlingske Tidende analiza: "Toda una pandilla de furiosos críticos asedian a Günter Grass por su confesión sobre la participación en las tropas SS en su juventud. Unos piden que se le desconozca el Premio Nóbel, otros dicen que su obra ha quedado en ruinas, pero debiéramos acordarnos de las palabras de Jesús: ‘Quién esté libre de pecado que tire la primera piedra’. Qué personajes públicos como Grass oculten sus cosillas es humano.
Lo que sí es difícil de comprender es por qué estos mismos personajes se perfilan como los grandes moralistas en el discurso público. ¿Por qué se es tan implacable con los demás cuando uno sabe perfectamente qué tan fácil se puede ir a dar al lado equivocado? Tal vez porque la fachada pública se usa como instrumento de la propia represión de la conciencia. Pero, al fin y al cabo, siempre es mejor tarde que nunca. El gran escritor y el viejo valentón Günter Grass parece estar listo para la disputa”.
Un “moralista de papel”
El periódico suizo Tages-Anzeiger, de Zürich precisa: “La pertenencia de Günter Grass a las SS no es sólo perdonable, sino comprensible. Lo que no es tolerable es su silencio y su falta de humildad en el desvelamiento de la mentira de su vida.
Grass siempre ha tematizado la pertenencia al sistema nazi y ha cuestionado la responsabilidad, la culpa y la moral. Él ha confrontado a culpables e inocentes a lo largo de décadas con este tópico. Él ha enjuiciado y condenado. Y el ‘moralista de papel’ siempre se eximió él mismo”.
Grass demuestra integridad moral
El rotativo holandés Trouw, de La Haya, agrega: “El argumento de Grass es simple: muchos jóvenes como él se sintieron atraídos por la posición antiburguesa y revolucionaria del nacionalsocialismo. Su confesión contiene así un mensaje actual sobre la fuerte atracción que ejercen las ideologías radicales en la juventud.
Paradójicamente la confesión de Grass es un reconocimiento de que los valores civiles, contra los que Grass se ha opuesto, son importantes. Lástima que no hubiera hablado antes. Pero es mejor tarde que nunca. Como sea, Grass demostró con ésto su integridad moral“.