México enfermo
26 de noviembre de 2014Justo cuando se cumplen dos meses desde que se produjeran las desapariciones de los 43 estudiantes de la escuela normal rural de Ayotzinapa, el responsable de Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, Juan Manuel Gómez Robledo, llegó a Berlín en el marco de una gira por Europa que lo ha llevado antes a París, Ginebra y el Vaticano y lo llevará a Londres la próxima semana. En la capital alemana Gómez Robledo escuchó duros cuestionamientos al gobierno mexicano por el caso de la desaparición de los 43 estudiantes. Muchas preguntas quedaron sin responder. “La mejor política es la de escuchar, la del diálogo con todos los sectores involucrados y la búsqueda de mejores herramientas de cooperación internacional”, dijo, mientras afuera se escuchaba la protesta de una treintena de estudiantes que coreaban consignas que acusaban al gobierno mexicano.
Adentro, en un salón repleto en la embajada de México en Berlín, estudiantes portando camisetas color rosa mexicano y letreros que decían “Es war der Staat” (Fue el Estado), se mantuvieron de pie durante las más de dos horas que duró la charla del funcionario mexicano. Gómez Robledo presentó un amplio panorama sobre el compromiso del Estado mexicano con los derechos humanos en el papel, en las leyes, con una serie de reformas constitucionales y la firma de acuerdos internacionales. “México es un paciente bien diagnosticado que no se ha tomado la medicina”, dijo aludiendo a todos estos instrumentos con los que cuenta el Estado, que sin embargo no son efectivos debido a la corrupción, como él mismo reconoció, lo que ha permitido que sucedan casos como el de Ayotzinapa, el de Tlatlaya o el de Atenco.
En 2006, en Atenco “11 mujeres fueron violadas cuando eran llevadas a la estación de policía; el delito ya había prescrito a nivel local, por lo que hubo que invocar a tratados internacionales”, señaló. Las mujeres participaban en un movimiento de protesta social que se oponía a la construcción de un aeropuerto en dicha localidad del estado de México que fue reprimida brutalmente siendo entonces gobernador el actual presidente, Enrique Peña Nieto.
Figura del arraigo, necesaria
Gómez Robledo defendió la figura del "arraigo", la misma que criticó el Relator Especial de la ONU para la Tortura, Juan E. Méndez que en su último reporte enviado al Congreso de la Unión y al gobierno mexicano asegura que la tortura es una práctica generalizada para obtener confesiones, y que estas ocurren tras el momento de la detención y antes de ser presentado el detenido ante el Ministerio Público. “Bajo arraigo se encuentra detenida la esposa del alcalde de Iguala y si no tuviéramos esa figura probablemente hubiéramos tenido que liberarla por falta de pruebas”, subrayó.
El funcionario reconoció que no hay una tipificación uniforme sobre la tortura, con 32 distintas leyes a nivel estatal, sin una regulación homogénea a nivel federal. El caso Ayotzinapa es la punta del iceberg en la tragedia de los desaparecidos. En México hay 22.000 desaparecidos reconocidos de manera oficial y una cifra real probablemente mucho mayor. Gómez Robledo reconoció que el Comité de Desaparición Forzada de Naciones Unidas es el único al que México no ha reconocido su competencia, y cuya decisión de reconocer o no es discutida en el Congreso y en el gobierno mexicano.
“El Comité de Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas es el único al que México no ha aceptado aún la competencia, es una discusión que está en curso en el Congreso y en el Gobierno. El próximo 2 de febrero tendremos que comparecer ante ese comité para presentar el primer informe del Estado conforme a la Convención Internacional para la Protección de todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas”.